1. CAMINAR. Ejercicio regular y aeróbico. Un buen ritmo para nuestra marcha sería aquel en el que nos cueste mantener una conversación con la persona que nos acompañe. Por debajo de ese ritmo no estamos trabajando lo suficiente.
2. DIETA MEDITERRÁNEA. "El aceite de oliva virgen extra o las nueces hacen más por nuestra salud cardiovascular que muchas pastillas", señala el Dr. González-Juanatey, presidente de la Sociedad Española de Cardiología.
3. NO FUMAR. El tabaco incrementa el riesgo de dañar el sistema cardiovascular y dejándolo la esperanza de vida aumenta. Las mujeres que fuman y toman anticonceptivos tienen más probabilidad de sufrir algún accidente cardiovascular.
4. LIMITAR LA SAL. Con una incidencia directa en la hipertensión los cardiólogos apuestan por una regulación por ley de la cantidad de sal que contienen los alimentos. Los precocinados y las salsas (en concreto la de soja) deberían evitarse.
5. CUIDA TU PESO. Si adelgazas, además de reducir el colesterol malo (LDL) también puedes aumentar el bueno (HDL). El exceso de peso nos predispone a un abanico de enfermedades: diabetes, hipertensión, hipotiroidismo, etc.