Como nos muestran la experiencia y la evidencia científica, la medicina integrativa previene y mejora las secuelas físicas y psicológicas en los supervivientes del cáncer y podría ayudar a disminuir las recidivas (recaídas de la enfermedad).
Durante el tratamiento activo, reduce los efectos secundarios de las terapias oncológicas, reparando daños y fortaleciendo al organismo y sus sistemas neuroendocrino-inmunológicos. Su abordaje es respetuoso con el cuerpo, totalmente compatible -e incluso sinérgico- con el tratamiento oncológico convencional.
Ejemplos de medicina integrativa para pacientes oncológicos
Un ejemplo es la acupuntura, que se ha demostrado eficaz para prevenir y mejorar la neuropatía (daño nervioso periférico) que provocan muchas quimioterapias, para acelerar la recuperación de la mucositis (inflamación de las mucosas bucales, digestivas o genitales producida por la quimioterapia, la radioterapia y algunos tratamientos diana), para mejorar el dolor, la ansiedad y el insomnio, entre otras condiciones.
La nutrición y dietoterapia con criterio integrativo es otro ejemplo de cómo una sencilla y barata intervención terapéutica se ha posicionado a nivel médico-científico como esencial en el marco de la atención oncológica para garantizar una mejor evolución de la persona enferma. La Comisión BECA (Beating Cancer of the European Parliament) aprobó, este mes de febrero, un informe en el que menciona el rol relevante de la medicina integrativa, de las terapias complementarias y de la nutrición en la lucha contra el cáncer.

En el párrafo 114, La Comisión BECA subraya que un “cuidado nutricional óptimo” es esencial para la atención oncológica y recomienda que la gestión de la nutrición constituya “un elemento integral y ético de toda investigación clínica que atañe a pacientes de cáncer” y que la asistencia nutricional adecuada se incluya en la Carta de Derechos de los pacientes de cáncer.
Lo cierto es que una nutrición saludable sin azúcares añadidos y lo menos procesada posible, rica en verduras, granos integrales y legumbres, baja en proteínas animales, con grasas saludables y butiratos, añadiendo especias como la curcuma o el romero, puede contribuir a prevenir algunos tipos de cáncer, como el de colon. Si a ello, le añadimos la práctica del deporte y el ayuno intermitente sus beneficios son aún mayores.

Ayuno intermitente: cómo hacer la dieta para bajar de peso
Paliar los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos
La Toscana, de la mano del Dr Rossi ha sido la primera región italiana y una de las primeras europeas, en ofrecer medicina integrativa en el tratamiento oncológico dentro del sistema sanitario autonómico. Esta región aprobó una Ruta de Asistencia Terapéutica Diagnóstica en la que cualquier paciente oncológico puede ser tratado, además de con las terapias convencionales, con terapias integrativas como la acupuntura, siguiendo indicaciones claras y compartidas por todos los centros oncológicos.
En este contexto, la comisión parlamentaria BECA, en el capítulo IIIC, que trata sobre la igualdad de acceso a la atención oncológica multidisciplinar y de calidad, también hace hincapié en que "la medicina integrativa con reconocimiento científico, aprobada por las autoridades sanitarias, puede aportar beneficios a los pacientes en relación con los efectos paralelos de varias enfermedades, como el cáncer, y sus tratamientos”.
En este sentido, el informe destaca también la importancia de desarrollar “un enfoque holístico, integrador y centrado en los pacientes” y, si procede, fomentar el uso de terapias complementarias siempre bajo la supervisión de profesionales sanitarios.

Prevención integrativa del cáncer
Si nos sumergimos un poco en la literatura científica, encontramos diversos estudios de calidad que demuestran que los tratamientos integrativos son cruciales en la prevención oncológica primaria (antes del cáncer) porque:
- Mejoran la recarga de antioxidantes
- Bajan la inflamación crónica
- Fortalecen la inmunidad
- Regulan el sistema neurovegetativo reparador (parsimpático)
- Activan la capacidad detoxificadora natural del organismo
- Mejoran la masa ósea y muscular, así como la salud intestinal
- Regulan la epigenómica (expresión y silenciamiento de determinados genes anticáncer)
En el ámbito de la prevención secundaria (recaídas), a parte de fortalecer los sistemas de regulación orgánica, como hemos visto en la prevención primaria, los tratamientos integrativos también favorecen la reducción de la “carga mutacional” después de los tratamientos: reparación selectiva del daño en el material genético de células sanas, causado por la quimioterapia la radioterapia, y modulan la expresión de posibles células madre pro-tumorales.
Es necesario que empecemos a entender que el cáncer se combate fortaleciendo la salud, a la vez que tratando la enfermedad. Desplazar el equilibrio cáncer/organismo sano a favor del segundo es crucial; lo que implica reducir al máximo el daño colateral que pueda causar la terapia oncológica convencional sobre los sistemas de autogeneración de salud en el cuerpo.
Para conseguir esto, es clave un trabajo estratégico y transdisciplinar entre los profesionales de la salud integrativos y convencionales, así como la participación activa de la persona y sus sistemas de apoyo: todos y todas orientados con coherencia y adaptabilidad, facilitando un abordaje integrativo realista, seguro, eficiente y con sentido.
Artículo escrito por Natalia Eres, especialista en oncología médica y en el abordaje holístico del cáncer y experta en oncología de la Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa (SESMI).