El sexo es una experiencia placentera. Los hijos, una decisión sin vuelta atrás. Entre ambas, un montón de métodos anticonceptivos permiten disfrutar de una vida sexual plena sin temor a aumentar la familia ni pillar una enfermedad de transmisión sexual (ETS).
Mucho ha llovido desde que la píldora anticonceptiva llegara a Europa, allá por el año 1961 (en España se introdujo en 1978). Actualmente hay unos 15 métodos anticonceptivos al alcance de la mano, pero no todos con la misma fiabilidad.
Y, aunque las relaciones sexuales son cosa de dos, sabemos que el método anticonceptivo siempre suele ser más algo de lo que se tiene que encargar la chica por su propio bien. Ser mujer es complicado, y por eso es mejor conocer todas las posibilidades que tenemos para elegir el método anticonceptivo que más se adapte a nuestras necesidades.
¿Existe el método anticonceptivo perfecto?
No. Cada mujer, según su historial clínico, su carácter (si eres o no olvidadiza) y su actividad sexual encontrará uno u otro más o menos idóneo. La decisión no debe tomarse a la ligera y conviene consultarlo con el ginecólogo. Y tranquila, tu ginecólogo/a está más que acostumbrado a escuchar de todo, no se va a escandalizar por nada.
¿También si soy menor?
Sí. Desde la Sociedad Española de Contracepción recuerdan que las españolas tienen su primera relación sexual a los 16 años, aunque el 19% sin tomar medidas anticonceptivas. Dado lo efímero de los amores adolescentes (y que tienen la cabeza en las nubes), cada vez son más los ginecólogos que sugieren la doble contracepción, esto es, usar dos métodos a la vez.

Doble contracepción, ¿para qué?
Para evitar embarazos y enfermedades de transmisión sexual a la vez. “Para ello se usan dos métodos anticonceptivos a la vez. Uno será de los denominados ‘de larga duración’, esto es, que una vez implantado funciona entre 3 y 5 años sin tener que mantenerlo a diario (es el caso del DIU o del parche hormonal). Perfectos para ahorrase disgustos o angustias en casos de viajes con cambio de hora, el día que por un corte de digestión se ha vomitado o, sencillamente, cuando por un despiste se olvida tomar la píldora. Ya con esto solo estamos evitando el embarazo, pero no un SIDA. Si además la mujer es activa sexualmente con distintas parejas (o no se fía de la fidelidad de su contrario) se recomienda, además, un método de barrera como el preservativo para evitar enfermedades de transmisión sexual”, explica Sergio Haimovich, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital del Mar.
¿Algún método anticonceptivo es fiable al 100%?
Sí, se llama abstinencia. En los demás casos siempre hay un riesgo de concebir, por pequeño que sea. Más aún, suele distinguirse entre la eficacia con un ‘uso perfecto’ y la del ‘uso habitual en la vida real’.
¿Qué anticonceptivos son menos eficaces?
Los espermicidas, cuya eficacia puede quedarse en un triste 70%. Se presentan como cremas que inactivan a los espermatozoides. Hay que usarlos justo en los previos del acto, por lo que es bastante engorroso. En este momento en España no se comercializan. Algo similar sucede con el capuchón cervical, una especie de ‘tapón’ de látex o silicona que se pone en la parte más profunda de la vagina impidiendo la entrada al útero. Se pone antes de iniciar el coito y no se debe retirar hasta que pasen al menos 6 horas después de la eyaculación. En otras palabras, bastante anticlímax.
¿Hay métodos anticonceptivos naturales?
El método del calendario, el de la toma de temperatura, la lactancia o el de escudriñar el moco cervical son tan antiguos como la humanidad misma. Y posiblemente, responsables de que seamos tantos sobre la faz de la Tierra. Implican detectar y abstenerse del sexo durante los días fértiles. Su eficacia, en el mejor de los casos, no pasa del 76%. El coitus interruptus, con un 27% de posibilidades de quedarte embarazada, no debe considerarse como método anticonceptivo salvo en caso de desastre nuclear o invasión zombie. Y ni por esas.