Nuestro mundo no está preparado para conciliar. “Está pensado para que en una pareja uno haga de hombre y otro de mujer”, afirma con contundencia la socióloga Cristina Sánchez Miret. “Los hombres no se han movido y las mujeres no lo hemos denunciado. La corresponsabilidad se tambalea cuando las parejas tienen hijos, es entonces cuando los hombres se desvinculan más de las tareas domésticas y del cuidado”. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, las mujeres dedican más de 4 horas al día a cuestiones domésticas y de cuidado de familiares. Los hombres, la mitad.
El problema, opina Sánchez Miret, aparece “cuando no tienes más remedio que estar con un pie haciendo de ama de casa y con el otro trabajando fuera”. A esa situación los expertos le llaman la doble presencia, el hecho de querer llegar a todo y no estar en ningún sitio: en la oficina pensando en la cena de los niños y en casa respondiendo los correos que llegan al móvil. Esta sobrecarga es un billete de ida para la fatiga emocional.
El cansancio, ¿patrimonio de las mujeres?
Llegar a casa sin un ápice de energía no es una exclusiva de las mujeres, ellos también se cansan, claro está. No obstante, los datos avalan la tesis de que las mujeres –por la doble jornada laboral que afrontan, fuera y dentro de casa– padecen más estrés y se sienten más exhaustas. Lo confirma la doctora Carme Valls, “después de 40 años ejerciendo la medicina puedo afirmar que por razones biológicas, psicológicas, sociales y también medioambientales las mujeres están más cansadas que los hombres”.
La Dra. Valls ha centrado buena parte de su práctica clínica y de sus investigaciones en comparar y analizar la salud de mujeres y hombres. La conclusión es que las mujeres padecen más cansancio y más estrés como consecuencia de la doble jornada y de la doble presencia. Esta última se refiere al estar “trabajando y pensando en qué vas a descongelar para la cena”, explica la Dra. Valls. Por su parte, la socióloga Cristina Sánchez Miret apunta que “las mujeres siempre tienen una peor salud percibida. Esto se explica por la doble jornada y porque se preocupan más por su propia salud y por la de los demás”.
Descarta patologías
Anemia ferropénica, hipotiroidismo, diabetes o depresión pueden provocar también cansancio, es decir, pueden comportar como síntoma que estés cansada todo el día. El equilibrio físico y mental son la solución definitiva para expulsar a la fatiga de tu vida.
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