Caminar con los auriculares a todo trapo no te hace ningún bien. Permanecer mucho tiempo en un entorno demasiado ruidoso, tampoco. "El ruido es uno de los principales enemigos de nuestra audición. Supone una barrera para distinguir claramente el sonido o voces que queremos escuchar. Dependiendo de su volumen y duración, puede afectar seriamente a nuestra audición creando una pérdida auditiva permanente", advierte Francesc Carreño, director del Área de Audiología de GAES. Trabajar en lugares con demasiados decibelios puede ocasionar zumbido de oídos. Y
LA SOLUCIÓN ES? Se alivian tapando la zona auditiva con las palmas de las manos y dando ligeros toques con el dedo índice. Si no te queda más remedio, plantéate el uso de protectores auditivos.
¿QUÉ HAY DE LOS BASTONCILLOS? Nuestro conducto auditivo segrega naturalmente la suciedad hacia el exterior. Usar bastoncillos para limpiarlo puede compactar el cerumen contra el tímpano o causar irritaciones que acarreen molestias e infecciones. Los otorrinos insisten en que el cerumen cumple su función y que el cuerpo lo purga solo. Extráelo a voluntad salvo que sea excesivo. En ese caso, pueden emplearse pulverizadores de agua marina o pedir al médico que retire ese tapón.