¿Problemas con la retención de líquidos? Esta acumulación en los tejidos, también conocido como edema, es un problema más frecuente en las mujeres. De repente, te sientes más hinchada, parece que hayas sumado kilos, notas las piernas pesadas y te sientes cansada o fatigada. Sabemos que es molesto, pero podemos prevenirlo e intentar evitar su aparición.
El edema puede ser una patología o una simple afección. Las proporciones de líquidos en los tejidos deben ser las adecuadas, por lo que el cuerpo trabaja continuamente en esta compensación. Sin embargo, cuando al organismo le cuesta eliminar o depurar el exceso de agua, se empieza a producir un desequilibrio en el flujo de líquidos de una zona a otra.
¿Qué provoca la retención de líquidos?
Este problema puede tener causas muy distintas, tanto factores externos como internos, pero las más comunes son:
- La alimentación: Una dieta desequilibrada, el exceso de alimentos ultraprocesados y el alcohol implican un gran esfuerzo intestinal para poder procesarlos.
- Los desajustes hormonales: La menstruación y el embarazo conllevan desajustes hormonales que hacen que el organismo retenga más líquidos. Del mismo modo, también sucede con los anticonceptivos orales, ya que trastocan y nuestras hormonas.
- El calor: En verano, con tantas horas de sol, debemos hidratar mucho el organismo y, por tanto, aumentan las posibilidades de sufrir retención de líquidos, ya que además, las altas temperaturas dilatan los vasos sanguíneos y eso hace que el líquido salga de sus tejidos adecuados.
- La ropa ceñida: Usar ropa demasiado ajustada impide que se desarrolle una buena circulación. Y si la sangre no circula bien, los líquidos empezarán a quedarse en el interior de nuestro cuerpo, a la vez que acumularemos toxinas y grasas, motivo por el cual aparece la celulitis.
- Una vida sedentaria: Si pasas muchas horas sentada o tumbada en el sofá y no practicas ninguna actividad física, llevarás un estilo de vida sedentario que perjudicará tu salud en todos los ámbitos, incluido este, ya que no favorece la correcta circulación de la sangre.
- La insuficiencia cardíaca: El flujo de sangre que llega a los riñones debe ser el suficiente para permitir una correcta micción. Y la insuficiencia cardíaca puede hacer que la sangre no circule correctamente y que no llegue hasta los riñones toda la necesaria.

Los síntomas más comunes de la retención de líquidos
- Incremento de peso sin motivo: Este líquido acumulado no necesariamente se traduce a un incremento de nuestra grasa corporal, pero puedes aumentar ligeramente de peso hasta que se solucione.
- Hinchazón en piernas y manos: Son los puntos donde suelen acumularse más líquidos, debido a que el retorno de la sangre es más lento en estas partes del cuerpo y es más complicado que se mantenga un correcto flujo sanguíneo.
- Aumento del perímetro abdominal: Los líquidos acumulados en el interior del cuerpo causan esa sensación de hinchazón o pesadez tan molesta en nuestro abdomen. Por eso parece que aumente el perímetro abdominal, pero se reducirá nuevamente en cuanto se te pase.
- Reducción de la orina: Los riñones son los que fabrican la orina, y si la sangre no llega hasta, ellos no podrá originarse y tampoco se podrán transportar los líquidos hasta la uretra. Por lo tanto, no habrá micción o se reducirá la frecuencia.
- Cansancio o fatiga: La retención de líquidos puede dar lugar a la aparición del cansancio o, incluso, a la fatiga sin motivo aparente. La causa del agotamiento son los problemas surgidos en el sistema circulatorio, los cuales dificultan la llegada de oxígeno y nutrientes hacia las células.
¿Cómo se elimina la retención de líquidos?
Para ponértelo fácil y poder acabar con la retención de líquidos, el equipo de expertos en nutrición del Club Metropolitan nos explica una serie de hábitos a incorporar en la rutina diaria, que también te servirán para evitar que vuelva a aparecer la retención en un futuro.