Los test rápidos de embarazo han revolucionado en pocos años la relación que tenemos las mujeres con este proceso tan mágico de la vida. Poder saber, incluso antes del retraso menstrual, que estamos embarazadas, nos ayuda a vivir con plena conciencia y desde muy pronto todos los grandes cambios que experimentaremos durante los próximos nueve meses en los que estemos gestando una nueva vida.
Pero, antes de la democratización de estas tiras que podemos comprar en la farmacia y que, en caso de dar un resultado positivo, cuentan con una altísima fiabilidad, la confirmación del embarazo no siempre había sido tan rápida ni tan inequívoca. Para ello, los médicos atendían a otros síntomas reveladores: además de la ausencia de la menstruación, una creciente sensación de cansancio y agotamiento, una mayor sensibilidad e inflamación de los pechos, la agudización del sentido del olfato y el desagrado hacia ciertos olores, la necesidad de orinar con más frecuencia y, por supuesto, las famosas náuseas.
Las náuseas, junto al retraso de la menstruación, se han considerado desde siempre uno de los signos más evidentes de embarazo
Aunque es cierto que cada embarazo es distinto y que una mujer puede tener uno, varios, todos o ninguno de los síntomas anteriormente citados, lo cierto es que el malestar estomacal es uno de los más comunes que suelen experimentar la mayoría de mujeres que esperan una criatura. Especialmente durante el primer trimestre de gestación.
¿Por qué? Aunque no se sabe a ciencia cierta, parece que las principales responsables de las náuseas son las hormonas: la Gonadotropina Coriónica Humana (GCH), los estrógenos y la progesterona. Esta última, una hormona que resulta esencial para asegurar la correcta evolución del embrión: durante la gestación, y especialmente durante las primeras semanas, los niveles de progesterona que generan los ovarios aumentan muy considerablemente, lo que parece tener relación con un enlentecimiento del sistema digestivo y los consecuentes síntomas indeseados que provoca.
¿Cómo son las náuseas del embarazo?
A pesar de que son uno de los signos más comunes y que la mayoría de mujeres experimentan al menos una vez durante el primer trimestre, los ginecólogos afirman de manera unánime que no debemos preocuparnos si no las sentimos, puesto que cada embarazada vive un proceso propio y único, y su ausencia no tiene por qué estar relacionada con ningún problema.
Pero, si aparecen, tampoco debemos alarmarnos, a menos que también vayan asociadas a vómitos intensos (más de tres veces al día), lo que podría provocar cierta desnutrición y pérdida de peso y acabar afectando al correcto desarrollo del embrión. En este caso, evidentemente, debemos consultar con nuestro ginecólogo para valorar un tratamiento personalizado.
Las náuseas de la embarazada suelen darse más comúnmente durante la mañana y desaparecer en el segundo trimestre
En cualquier caso, las náuseas de la embarazada suelen darse más comúnmente durante la mañana, por eso en inglés se denominan morning sickness (malestar matinal), pero también pueden aparecer durante la tarde o en cualquier otro momento del día. Suelen ser más intensas en caso de embarazo gemelar o múltiple, pero también acostumbran a reducirse mucho a partir de la semana 16 en la mayoría de casos, un momento en el que la placenta ya está preparada para relevar a los ovarios en la tarea de segregar progesterona.
Sin embargo, una minoría de mujeres siguen padeciéndolas durante más tiempo e incluso durante toda la gestación, aunque ello no suponga ningún riesgo para el bebé, pero sí una molestia notable para la mamá. ¿Qué podemos hacer para aliviarlas de manera natural y sin recurrir a la toma de medicamentos?