El cuerpo humano es tan complejo que muchas de sus partes son desconocidas para la gran mayoría de las personas hasta que no les ocurre algo que les hace descubrirlas. Una de estas partes más en segundo plano es el suelo pélvico, que se suele conocer a partir del embarazo o la menopausia, cuando ya ha causado consecuencias negativas.
Aunque el suelo pélvico afecta a hombres y mujeres, lo que más se conoce es el femenino, ya que durante el embarazo sufre la presión del feto, y es entonces cuando se empieza a alertar para su cuidado.
Sin embargo, el suelo pélvico debería empezar a entrenarse incluso antes de llegar a ese momento. Al menos, si todavía crees que eres demasiado joven y no lo necesitas, podrías empezar a cuidarlo evitando o controlando los factores de riesgo que más lo debilitan.
El suelo pélvico es el grupo de músculos en la zona abdominal que se encarga de mantener en su sitio la vejiga, la uretra, el útero, la vagina y el recto. La edad es un factor natural que lo debilita, pero si controlásemos los demás combinándolo con ejercicios para entrenar el suelo pélvico, podríamos evitar que llegase hasta el punto de favorecer pérdidas de orina, prolapsos y disfunciones sexuales.