Lejos de ser un problema aislado, 1 de cada 5 mujeres sufre algún tipo de incontinencia urinaria (IU), según datos publicados por la Asociación Europea de Urología. Sin embargo, a pesar de ser un problema muy común, el 36% de las mujeres no busca ayuda profesional pensando que el problema se solucionará por sí solo y casi un tercio de las afectadas no se siente cómoda hablando de ello. Un tema tabú que sacude especialmente a las mujeres, quienes son más propensas a sufrir de IU de esfuerzo durante el embarazo o tras el parto. Pero, ¿qué más influye en estas pérdidas de orina? ¿Es normal tenerlas conforme nos hacemos más mayores?
Aunque los anuncios y campañas de marketing han tratado de convencernos y normalizar el hecho de que una mujer deba sufrir de incontinencia a partir de los 50-65 años, no debería ser así. De hecho, hay mujeres que tienen pérdidas desde muy jóvenes.
Se trata de una patología presente en todos los grupos de edad, con variedad en la naturaleza y gravedad de los síntomas
Asimismo, normalizar el hecho de que las mujeres tengan pérdidas de orina a cierta edad ha traído más problemas que soluciones, ya que esto “provoca que las mujeres no busquen ayuda profesional y exista un infradiagnóstico de la IU —explica Esther Franquet, Directora de Enfermería de la Fundació Puigvert—, haciendo que, cuando las pacientes consultan el problema, este ya haya empeorado y las alternativas terapéuticas sean más limitadas”.
Incontinencia urinaria de esfuerzo: qué es
Cuando hablamos de incontinencia urinaria de esfuerzo, ¿qué queremos decir realmente? Se trata de la pérdida involuntaria de orina, es decir, aquella que se produce cuando el movimiento o la actividad física (como toser, reír, estornudar, correr o levantar objetos pesados) ejerce presión (estrés) sobre la vejiga, y provoca pérdidas de orina.
¿Cómo saber si tengo incontinencia urinaria? Ocurre al tener pérdidas de orina en las siguientes situaciones:
- Al toser o estornudar
- Al reír
- Al inclinarte
- Al levantar cosas pesadas
- Al hacer actividad física
- Al tener relaciones sexuales
En este sentido, cualquier actividad que aumente la presión puede hacerte más propensa a las pérdidas de orina involuntarias, en especial si tienes la vejiga llena.
Factores principales que provocan IU
Por lo general, la incontinencia urinaria por esfuerzo se produce cuando los músculos y otros tejidos que sostienen la uretra (músculos del piso pélvico) y los músculos que controlan la liberación de la orina (esfínter urinario) se debilitan. Cuando esto sucede, cualquier cosa que ejerce fuerza sobre los músculos abdominales y pélvicos puede también ejercer presión sobre la vejiga y provocar la pérdida, como ocurre con los estornudos, la tos o la actividad física.
Ahora bien, ¿cuáles son los factores que influyen en el debilitamiento de estos músculos? Aunque la edad es un factor no modificable que aumenta la posibilidad de tener incontinencia urinaria, también se le ha atribuido al embarazo y a la paridad. Según un estudio publicado por la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQuAS), la proporción de incidencia de la IU atribuible al embarazo es de un 39%, aumentando hasta un 49% en la IU atribuible al parto vaginal.
En las mujeres, una lesión a los nervios o al tejido durante el parto puede debilitar los músculos del piso pélvico o del esfínter
Fue el caso de Ana, nombre ficticio de una mujer que, a los 35 años, sufrió IU después de dar a luz a su segundo hijo: “Durante el embarazo, no tuve ningún tipo de complicación, pero el parto me provocó un desgarro vaginal que me causó incontinencia. Tuve problemas para orinar durante todo un año, así como varias infecciones de las vías urinarias. Fue entonces cuando consulté con un urólogo quien, con diversas pruebas diagnósticas y el tratamiento adecuado, me resolvió el problema”. De hecho, la incontinencia urinaria por esfuerzo a causa de esta lesión puede comenzar inmediatamente después del parto o puede ocurrir años después.
Factores de riesgo
Además de los ya mencionados, existen algunos factores que aumentan el riesgo de padecer esta afección:
- La edad. Aunque puede ocurrir a cualquier edad, los cambios físicos que se producen conforme envejecemos pueden ser también un factor bastante importante en el debilitamiento de los músculos.
- Tipo de trabajo de parto. El tipo de parto también puede influir en su aparición. Así, las mujeres que han tenido un parto vaginal son más propensas a desarrollar incontinencia urinaria que las que han tenido un parto por cesárea. Las que han tenido un parto con fórceps para dar a luz más rápidamente a un bebé sano también pueden tener un mayor riesgo de incontinencia urinaria por esfuerzo. Por otro lado, las que han tenido un parto asistido por vacío no parecen tener un mayor riesgo de incontinencia urinaria por esfuerzo.
- Peso corporal. Las personas con sobrepeso u obesas tienen un mayor riesgo de presentar incontinencia urinaria por esfuerzo. El exceso de peso aumenta la presión sobre los órganos pélvicos y abdominales.
- Cirugía pélvica previa. La histerectomía en las mujeres y la cirugía para el cáncer de próstata en los hombres pueden debilitar los músculos que sostienen la vejiga y la uretra, y aumentar el riesgo de incontinencia urinaria por esfuerzo.
Cómo mejorar la calidad de vida: soluciones para tratar la IU
Aunque se trate de pérdidas leves, la incontinencia urinaria es algo que altera la calidad de vida de millones de mujeres. Eso sí, la mayoría de veces, se puede tratar con un buen diagnóstico y encontrar una solución. En este sentido, es igual de importante desestigmatizar su existencia como realizar un diagnóstico precoz y seleccionar el tratamiento adecuado, que puede ir desde algo tan sencillo como usar productos de contención o modificar el estilo de vida, hasta la estimulación eléctrica temporal, permanente o la cirugía.
El Dr. Carlos Errando, Jefe de la Unidad de Urología Funcional y Femenina del Servicio de Urología de la Fundació Puigvert, manifiesta la importancia de consultar a un/a especialista en Urología: “Las mujeres acuden al ginecólogo, pero no al urólogo. Aunque se trate de pérdidas leves, la incontinencia urinaria es algo que altera la calidad de vida y con un buen diagnóstico se puede tratar y encontrar una solución”.
Además, es muy importante tomar consciencia de la importancia que tiene el fortalecimiento del suelo pélvico. Quienes ejercitan esta zona consiguen disfrutar de una mayor calidad de vida, evitando las pérdidas de orina y disfrutando mucho más de las relaciones sexuales.
Como ya hemos observado, este problema no es únicamente fruto de la edad, ya que más de la mitad de las mujeres sufrirán disfunción del suelo pélvico en algún momento de su vida. Por ello, una de las mejores formas para prevenirlo es practicar ejercicios como los de Kegel que ayudan a mantener fuerte este grupo de músculos de cara a un embarazo saludable o para, simplemente, disfrutar más de las relaciones sexuales.

Por otro lado, cabe destacar las novedades que van surgiendo en el mercado para la incontinencia urinaria. Es el caso de prendas íntimas diseñadas exclusivamente para aquellas mujeres que tienen IU por esfuerzo. El proyecto ‘Stop Incontinencia Urinaria’ (STOPIU) ha lanzado unas bragas con una estructura textil multicapa que permite retener el fluido. El diseño y desarrollo de esta prenda se ha llevado entre la empresa industrial textil de Goher Textil Calella, el centro tecnológico Fitex y la Fundació Puigvert, que ha realizado el estudio de validación clínica de los prototipos con pacientes reales.
¿Qué más puede aportarnos esta prenda? Al estar elaborada principalmente con fibra natural de bambú, sus principales ventajas son la rápida absorción y la transpirabilidad, asegurando así una mayor sensación de comodidad y seguridad. Una manera sostenible de cuidar la higiene íntima femenina sin la necesidad de generar más residuos, pues la mayoría de mujeres afectadas por IU tiende a utilizar compresas o salvaslips de un solo uso para evitar las pérdidas.