Si eres mujer, lo más posible es que hayas escuchado historias de otras mujeres que han sufrido algo llamado síndrome del shock tóxico después de llevar muchas horas un tampón puesto y han acabado en situaciones graves.
Escuchamos muchas historias así, pero no sabemos realmente qué es el síndrome del shock tóxico, qué lo causa, qué papel juegan los tampones en todo esto y cómo puede tratarse. Así que hoy vamos a intentar solucionar todas estas dudas acerca de este problema.
¿Qué causa el síndrome de shock tóxico?
Se trata de una afección que surge por la proliferación de la bacteria Estafilococo (alguna vez también es por Estreptococo) en el organismo, concretamente cuando estas bacterias infectan zonas de la piel lesionadas, como un corte, una herida de una cirugía o, en muchos casos, la zona íntima durante la fase menstrual. Esta infección es poco frecuente, pero muy grave.
Ahora bien, ¿cómo influye el uso de tampones en su aparición? El tampón en sí mismo es un producto higiénico, por lo que no es el problema, si no el uso que le demos. Desde Chilly apuntan que "cuando las mujeres tienen un flujo moderado-alto y no cambian su tampón con la frecuencia necesaria, se activa indirectamente la proliferación de bacterias dentro de la vagina. Es decir, un tampón que ya ha cumplido con su vida útil debe reemplazarse cuanto antes, ya que al contrario, se crea el ambiente perfecto para una posible infección vaginal".
Es por eso que cuando comenzaron a usarse los tampones, que además eran superabsorbentes, los casos comenzaron a aumentar. Sin embargo, hoy en día han mejorado su tecnología, y siguiendo las indicaciones básicas que recomiendan los expertos, se pueden reducir los riesgos.
Desde Chilly explican que "la situación más común para sufrir ‘un olvido’ es cuando las mujeres duermen, dando lugar a un periodo que excede las horas límite para portar el mismo tampón. Por ello, deben buscarse alternativas como las braguitas menstruales, compresas u otros métodos que sean complementarios al uso de tampones en situaciones como el descanso nocturno".
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de shock tóxico?
Muchos de los síntomas son similares a los de los procesos gripales o cuadros víricos, por lo que su diagnóstico puede complicarse:
- Náuseas y vómitos
- Fiebre alta
- Escalofríos
- Hipotensión
- Dolor de cabeza, garganta y muscular
- Baja frecuencia cardíaca
- Diarrea o malestar estomacal
Sin embargo, hay un síntoma clave que han sufrido la mayoría de las mujeres diagnosticadas: las palmas de sus manos y pies adquieren un color rojo a causa de una erupción. Belén Gómez, ginecóloga en el Hospital Infanta Leonor, recalca que “es muy importante que cuando una mujer experimente uno o varios síntomas acuda a su especialista en ginecología lo antes posible, ya que puede extenderse por todo el organismo a una velocidad considerable".
¿Cuánto tarda en aparecer el síndrome del shock toxico?
Por lo general, los síntomas del síndrome de shock tóxico aparecen entre 3-5 días después del uso de los tampones (siempre que sea producido por esto), por lo que puede que la persona no asocie los síntomas con esta situación.

¿Cómo se diagnóstica y trata el shock toxico?
Lo más probable es que los médicos tomen una muestra del lugar supuesto foco de infección (la piel, la nariz o la vagina), para comprobar si hay bacterias de Estafilococo. También se puede hacer algún de análisis de sangre complementario para asegurarse de que no son otras enfermedades las que causan los síntomas y para ver cómo están funcionando los órganos.
Una vez disgnosticado, los médicos administrarán antibióticos y líquidos por vía intravenosa, además de, por supuesto, quitar los tampones u otros métodos anticonceptivos (también se ha comprobado que ocurre con el diafragma), y limpiar las heridas y drenar los abscesos cuando sea necesario. El tratamiento debe realizarse siempre en un hospital, quedándose ingresada hasta que los médicos lo consideren.
¿Cómo evitar el síndrome de shock tóxico?
Si hablamos de que está producido por la infección a raíz de un mal uso de los tampones, evidentemente, lo que hay que hacer es "llevar una higiene menstrual adecuada y un recambio correcto de los tampones durante la menstruación para reducir el riesgo”, explica la doctora Gómez.
Y lo mismo ocurre con las copas menstruales: hay que mantener una correcta limpieza y usarlas solo el tiempo que indica el fabricante para evitar la proliferación de bacterias.
Recuerda cambiar los tampones cada 4-8h, combinar su uso con otros métodos (compresas, copas o braguitas menstruales) y usar a diario productos adecuados para la limpieza e higiene íntima para mantener la salud vaginal y los niveles ideales del pH.