Seguro que has escuchado más de una vez -y todavía más si eres mujer- el típico chiste cuando tienes un mal día y estás de mal humor: ¿Qué te pasa, tienes la regla? Durante años, se ha asociado la menstruación con cambios de humor, y razón no falta, pero se ha banalizado algo que a muchas mujeres llega a afectar gravemente.
Evidentemente, durante el ciclo menstrual -y más cuando se acerca la menstruación- las hormonas van cambiando, y esto da lugar a cambios de humor y de ánimo. Esta situación puede llevar incluso a gener problemas de salud, como el conocido Síndrome Premenstrual o su versión más grave y desconocida: el Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM).
¿Qué es el trastorno disfórico premenstrual?
La doctora Lorena Serrano, ginecóloga del Instituto Catalán de Salud y colaboradora en la plataforma de salud femenina Bloom, nos explica que "el síndrome premenstrual (SPM) es el conjunto de síntomas físicos y emocionales que ocurren en la segunda mitad del ciclo menstrual, los días antes de la menstruación (al menos 5 días previos). Se trata de algo bastante frecuente (lo pueden sufrir hasta el 75% de las mujeres)".
Pero, ¿en qué se diferencia con el TDPM? En la intensidad. "De hecho, cuando aparece la forma leve de algún síntoma sin causar un distrés significativo, ni hablamos de SPM, sino que es algo común en la mayoría de las mujeres. Cuando hablamos de trastorno disfórico premenstrual nos estamos refiriendo a una forma grave de SPM mucho más severa que se presenta con síntomas mucho más marcados (especialmente en el espectro de síntomas emocionales) que interfieren con las actividades diarias: con el trabajo, las relaciones personales, etc. Y en general es mucho menos frecuente (afectando al 3-8%)", explica la ginecóloga de Bloom.
Hasta el 75% de mujeres puede sufrir Síndrome Premenstrual, pero solo entre un 3 y un 8% el TDPM
Síntomas del Trastorno disfórico premenstrual
Serrano explica que, al tratarse de un SPM grave presenta los síntomas básicos de este que pueden afectar a nuestro bienestar físico y emocional, como son:
- Hinchazón abdominal
- Aumento de la sensibilidad mamaria
- Cambios de humor
- Irritabilidad
Sin embargo, el TDPM también presenta síntomas propios más graves, como por ejemplo:
- Sentimientos de rabia
- Depresión
- Ansiedad
- Falta de energía
- Alteración del sueño

Cuál es el tratamiento del Trastorno disfórico premenstrual
En primer lugar, hay que dejar claro que algunos de estos síntomas que se mencionan -especialmente la ansiedad y la depresión- son palabras mayores, por lo tanto podría parecer una locura decir que cuando llega la menstruación van a desaparecer.
Sin embargo, la doctora Serrano explica que "existe un rasgo diferencial entre el TDPM y el resto de trastornos depresivos, y es que el primero se desencadena por una causa concreta: los cambios hormonales durante la fase lútea en mujeres susceptibles como resultado de la interacción cíclica entre estrógenos y progesterona y el funcionamiento de algunos neurotransmisores del sistema nervioso central. Cuando estos cambios de la fase lútea terminan (a los 2-3 días del inicio de la menstruación), se resuelve".
Teniendo esto en cuenta, existen varias formas de tratar los síntomas. Lo primero, de una forma más natural, es "modificar el estilo de vida de la paciente. Por ejemplo, se recomienda realizar ejercicio físico de manera regular, realizar técnicas de relajación, mindfulness, meditación, en muchos casos la psicoterapia puede ser de ayuda y, en ocasiones, se puede recomendar tomar algunos suplementos, que, a pesar de no tener un alto nivel de evidencia, sí pueden ayudar", explica la ginecóloga.
Cuando esto resulta insuficiente o estamos ante un caso grave, hay que recurrir al tratamiento farmacológico, que se basa en dos pilares: "Por un lado podemos iniciar una terapia con anticonceptivos hormonales combinados con estrógenos y progesterona (sobre todo mujeres que no deseen embarazo). En los casos en los que no hay mejoría en o en aquellas pacientes que no quieren esta opción, se puede optar un tratamiento con antidepresivos/ansiolíticos, concretamente el grupo de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, que han demostrado ser efectivos para el TDPM", concreta Lorena.
Cuál es la causa del TDPM
Desgraciadamente, Lorena nos cuenta que "no se sabe con certeza. En cuanto al papel de la genética, aún no se tiene muy claro, aunque algunos estudios sugieren una posible asociación con una alteración en el gen del receptor estrogénico alpha (ESR1), todavía pendiente de aclarar. También se han estudiado otros posibles factores de riesgo como antecedentes de ansiedad y el hábito tabáquico, aunque, de nuevo, es algo que no queda del todo esclarecido".

Miriam Al Adib: "La normalización del dolor de las mujeres es tremenda"
Trastorno disforico premenstrual y embarazo
En el embarazo no puede producirse este problema, ya que "el TDPM/SPM se dan en la fase lútea de nuestro ciclo menstrual, y cuando estamos embarazadas no tenemos menstruación. Lo que ocurre a veces es que los signos tempranos de embarazo pueden confundirse con el síndrome premenstrual ya que se sobreponen: el aumento de sensibilidad mamaria, la distensión abdominal, cambios en el estado de ánimo, dolor de cabeza, cansancio, etc", confirma la experta.
Cómo se diagnostica el TDPM
Para llegar a la conclusión de que se tiene este trastorno, hay que estar atentas a los síntomas mencionados y, sobre todo, a la frecuencia con la que se tienen.
Lorena explica que "se trata de una condición crónica, y de hecho, este es uno de los criterios diagnósticos, ya que el TDPM afecta y altera la calidad de vida de la paciente a corto y largo plazo. En el caso del SPM debe aparecer por lo menos en 3 ciclos menstruales consecutivos".
Por suerte, hoy en día es mucho más fácil para las mujeres hablar libremente de las preocupaciones que tenemos en torno a la menstruación, ya que durante mucho tiempo nos hicieron creer que estos mismos síntomas se trataban solo de aspectos psicológicos sin ninguna base científica. Gracias a estos 8 hitos que han roto el tabú de hablar de la regla hoy en día podemos ser más conscientes de nuestro propio cuerpo.