La osteopatía es un tipo de terapia complementaria -basada en la medicina- y un sistema integral de tratamiento cuyo objetivo es diagnosticar y tratar, a través de nuestras manos, las disfunciones y trastornos de movilidad de los tejidos del cuerpo humano. Decimos que la osteopatía es integral porque tiene en cuenta las interrelaciones que existen entre el sistema músculo-esquelético con el resto de sistemas orgánicos, y a su vez, la relación entre la libertad de movimiento de estos sistemas con nuestro estado de salud.
Esta disciplina puede mejorar algunas de las patologías más frecuentes en los adultos, como las lumbalgias, cervicalgias, dorsalgias, tendinitis, artritis, casos específicos de migrañas, vértigos, otitis y problemas circulatorios o endocrinos, entre otros. Pero no solo sirve para los adultos, también la osteopatía tiene muy buenos resultados en pediatría y, en particular, en el recién nacido: tratando las disfunciones que suelen aparecer en los primeros días de vida.
La finalidad de la osteopatía pediátrica es liberar las tensiones acumuladas en los bebés durante el parto y reequilibrar la relación entre el cuerpo y el cráneo, causando un alivio, muchas veces inmediato, en el bebé
Tratamiento para los cólicos o las alteraciones del sueño o del hambre
Las patologías más frecuentes en infantes y neonatos son las plagiocefalias y otras deformaciones craneales, tortícolis, alteraciones del sueño o del hambre, escoliosis u otras deformidades del raquis y extremidades, alteración del desarrollo normal del niño, parálisis braquiales obstétricas, patologías neurológicas, síndromes congénitos, cólicos del lactante, así como otras disfunciones viscerales.
La osteopatía puede actuar en tres áreas principales, según el tipo de disfunción que presente el paciente: estructural, visceral o craneal. En particular, juega un papel importante en el recién nacido, tratando las disfunciones que muchas veces aparecen en los primeros días de vida como llantos, irritabilidad, inquietud, estreñimiento, reflujo, gases, falta de sueño o apetito, alteración de reflejos, mal agarre al pecho de la madre o al biberón, una succión alterada u otros problemas orofaciales.
La osteopatía puede tratar disfunciones como los llantos, la irritabilidad o la falta de sueño o apetito del bebé
Algunas de estas disfunciones ocurren cuando el bebé se encaja en la pelvis de la madre, durante las últimas etapas de la gestación o cuando atraviesa el canal de parto, lo cual puede hacer que diferentes estructuras de su cuerpo se vean sometidas a una gran presión y sufran problemas derivados de ello. Esto es todavía más frecuente en partos que son intervenidos por cesárea o partos vaginales donde se utiliza instrumentación (fórceps, espátulas, ventosas).

El papel de la osteopatía craneal en bebés y mujeres embarazadas
Una de las estructuras más comprometidas son los huesos del cráneo, los cuales son muy blandos al nacer para ayudar en el momento de la salida del útero, causando que muchos bebés presenten deformaciones craneales o tortícolis congénitas, entre otras.
La osteopatía requiere de un conocimiento muy detallado de la anatomía del cráneo, al igual que de una gran destreza manual y sensibilidad a la palpación, para facilitar la detección de tensiones o bloqueos en las suturas craneales que pueden comprometer vasos sanguíneos y nervios en su recorrido, alterando su función. Estos desajustes pueden generar todo tipo de descompensaciones a nivel fisiológico en el bebé y tensiones a nivel orgánico, siendo muy frecuentes los trastornos en el sistema digestivo.
A través de la osteopatía craneal se consiguen mejorar los cólicos en bebé
En un estudio publicado por Clive Hayden y Brenda Mullinger se demuestra cómo a través de la osteopatía craneal se consiguen mejorar los cólicos en bebés, disminuyendo notablemente el llanto y aumentando las horas y la calidad del sueño. Para otro autor, Christian Sullivan, hay que tener en cuenta la osteopatía craneal en las mujeres embarazadas -además de en neonatos y niños- como una “herramienta de gran valor dentro de la atención la primaria” y que debería de estar presente en todas las unidades de maternidad, para poder valorar cualquier posible tensión en los bebés presentes al nacer. Sullivan también menciona la importancia de seguir promoviendo una mayor investigación por parte de los profesionales sanitarios en este sector, para lograr una mayor evidencia que confirme la eficacia que ya conocemos en la práctica.
Indicaciones y contraindicaciones del abordaje osteopático
A pesar de los grandes beneficios que tiene la osteopatía en nuestros pacientes más pequeños, no hemos de olvidar las indicaciones y contraindicaciones del abordaje osteopático, siendo imprescindible derivar a otros profesionales sanitarios siempre y cuando sea oportuno.
La osteopatía en bebés no es una técnica dolorosa
Realizar un buen diagnóstico es primordial, teniendo en cuenta el entorno, los antecedentes previos y las necesidades de cada familia y del propio paciente. Es importante destacar que la osteopatía en bebés no es una técnica dolorosa; son técnicas manuales suaves, especializadas y adaptadas a los bebés, donde se evalúa y trata la estructura del paciente con conocimiento, precisión y respeto, teniendo siempre en cuenta el estado anímico del bebé o del niño.
Un tratamiento precoz es fundamental para evitar futuras secuelas, tanto en la infancia como en la edad adulta. Para ello, la observación y la detección de alteraciones en el desarrollo o riesgo de padecerlas, es clave para realizar una intervención temprana, lo más adecuada para nuestros pacientes. Lo que convierte a los padres, familias y profesionales del ámbito sanitario, educativo y social, en un factor esencial en el tratamiento del menor. Los niños son maestros que vienen a enseñarnos con sus acciones y emociones, son una guía para nuestro despertar.
Por la fisioterapeuta experta en pediatría, Elisa Mª Suárez Weekes, y el fisioterapeuta, miembro de la Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa, Daniel García Pérez Juana