El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado recientemente una nota de prensa en la que, además de un extenso análisis de las defunciones según causa de muerte en 2021 y el primer semestre de 2022, destaca un dato que ha pasado desapercibido.
En 2021 se contabilizaron 3.655 muertes por causas accidentales, es decir, caídas, un 1,4% más en relación al año anterior. Esta información toma especial relevancia porque sube hasta la segunda posición del ránking de causas de muerte no naturales, detrás del suicidio (primera causa) y delante de los atragantamientos (tercera causa).
Envejecer nos convierte en personas cada vez más vulnerables, y como el número de personas mayores de 65 años no dejará de aumentar en los próximos años, es el momento de valorar qué podemos hacer nosotros para ayudar a nuestros mayores a evitar esas caídas que pueden llegar a convertirse en una auténtica molestia y asociarse con el desarrollo de más problemas de salud.
¿Qué tipo de lesiones puede provocar una caída?
A la hora de hablar de caídas, conviene diferenciarlas de los resbalones, en los que los traumatismos que pueden producirse son muy diferentes y, como normal general, de menor gravedad. De hecho, cuando se produce un resbalón, no existe impacto contra una superficie como el suelo, sino que la persona que resbala tiene la capacidad de frenar antes de caer, y si cae, lo hace con suavidad porque se ha producido una pérdida de energía mientras se resbalaba.
Los ejemplos más habituales de resbalones que pueden terminar en caída incluyen tropezarse con objetos en el suelo, resbalarse en áreas húmedas, caerse por las escaleras, no ver un escalón o ser empujado por otra persona contra una pared.
Las lesiones más comunes que pueden producirse por caídas y resbalones son:
- Lesiones de la médula espinal. Nuestra médula espinal contiene toda la información motora y sensorial entre el cerebro y el cuerpo. Cuando se lesiona por una caída accidental puede dañarse o cortarse, causando pérdida de sensibilidad, parálisis o entumecimiento.
- Lesiones en el cuello. Esta parte del cuerpo está formado por huesos, músculos, ligamentos y tendones. Ayuda a sostener la cabeza y protege todas las estructuras de la columna vertebral. Una lesión en el cuello requiere atención médica inmediata.
- Huesos rotos. Son las estructuras más fuertes de nuestro organismo, pero cuando se rompen, además de ser muy doloroso, pueden comprometer la vida, porque suelen afectar a otros tejidos y existe un riesgo alto de infección.