El Síndrome del Ovario Poliquístico (SOP) es una de las causas de infertilidad más comunes entre las mujeres, sin embargo, sigue siendo un desconocido para la mayoría. El principal error es confundirlo con otra patología distinta: los ovarios poliquísticos. Es importante saber que el SOP y los ovarios poliquísticos no son lo mismo, por mucho que compartan coincidencias en su nombre.
El SOP es una patología que produce reglas irregulares, la aparición de vello facial, y en ocasiones, infertilidad; mientras que los ovarios poliquísticos pueden ser asintomáticos toda la vida.
Tener ovarios poliquísticos no implica desarrollar quistes. De hecho, pueden no originar problema alguno. Se descubren mediante una ecografía donde se visualizan una serie de folículos, una especie de sacos donde se forman los óvulos y después se liberan. Se ven en forma de collar de perlas, crecen sin llegar a romperse y se acumulan.
Bien distinto es padecer el SOP, una dolencia cuya causa principal todavía se ignora. Se caracteriza sobre todo porque impide ovular con normalidad, provoca ciclos menstruales irregulares y las afectadas conviven con él de por vida, ya que los síntomas pueden mejorar, pero nunca suelen desaparecer.
Síntomas del SOP:
1. Reglas irregulares: las mujeres con SOP pueden pasar seis meses sin tener la regla, tenerla cada semana o sufrir sangrado abundante.
2. Hirsutismo: el aumento del vello en la cara y el cuerpo –sobre todo en zonas típicas de los hombres como la barbilla, labio superior, pecho, abdomen– se denomina hirsutismo. Es una consecuencia directa de los niveles elevados de andrógenos (del tipo de la testosterona) que se dan en el SOP. También es común acusar caída del cabello y alopecia, notar que la voz se vuelve más grave o aumento de la masa muscular.
3. Más peso: el SOP y la obesidad, pueden ser causa y consecuencia el uno del otro.
4. Resistencia a la insulina: sentir sed o ataques de hambre repentinos son síntomas de aviso. Cuando el páncreas no segrega suficiente insulina - responsable de controlar la glucosa en sangre–, el cuerpo hace un sobresfuerzo para producir más cantidades de esta hormona. Todo ello expone a padecer trastornos como diabetes, obesidad o niveles altos de andrógenos.
5. Irritabilidad: el agotamiento y los cambios de ánimo son consecuencia directa de la resistencia a la insulina y los desajustes hormonales que produce el síndrome. Una dieta libre de azúcares y ejercicio físico son casi siempre recomendables.
6.Infertilidad: la ausencia de ovulación –anovulación– es la causa principal de infertilidad en casos de SOP. Se considera un problema de fertilidad cuando después de un año intentándolo, no se consigue el embarazo.
7. Riesgo cardiovascular y colesterol alto: Las mujeres con SOP tienen de 4 a 7 veces más probabilidad de sufrir un infarto que las que no lo sufren y presentan niveles de colesterol elevados, según datos de la Oficina para la Salud de la Mujer de EE UU.
¿Qué hacer si se tiene SOP?
La patología necesita la atención tanto del ginecólogo como del endocrino. Es muy importante que se escojan especialistas en el síndrome ya que en el SOP se combinan alteraciones hormonales, como el hiperandrogenismo –aumento de las hormonas masculinas–, con otras ginecológicas.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico del SOP se basa en la combinación de sus características clínicas, bioquímicas y ecográficas. El diagnóstico debe ser planteado clínicamente en cada caso y confirmado bioquímicamente. La ecografía sugerente de síndrome de ovario poliquístico por sí sola no permite establecer el diagnóstico,y su normalidad tampoco lo descarta.
Un tratamiento oportuno permite prevenir las graves consecuencias que puede tener el SOP para la salud de la mujer, tales como: enfermedad cardiovascular e hipertensión, resistencia insulínica, diabetes, diabetes gestacional, cáncer endometrial, mayor tasa de abortos y pre-eclampsia.
Revisar el estilo de vida es fundamental para lograr una mejora de la sintomatología.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento está orientado a corregir los niveles altos de andrógenos, los trastornos menstruales, las alteraciones metabólicas asociadas y la ovulación, en los casos en los que la mujer desee embarazo.
Por ser el síndrome de ovario poliquístico una disfunción endocrinometabólica crónica, con un fuerte componente genético, su curación espontánea es dudosa, por lo que los tratamientos deben iniciarse precozmente y ser prolongados:
- Tratamiento farmacológico: se suelen recomendar los anticonceptivos orales para regular la producción hormonal, y la metformina, un antidiabético que ayuda a eliminar la resistencia a la insulina.
- Revisión de hábitos de vida: se anima a las pacientes a realizar ejercicio diario (caminar al menos 30 minutos todos los días a ritmo moderado), y seguir una dieta no muy estricta pero que favorezca la pérdida de calorías. Con ello el ciclo menstrual se puede regular.
- Uno de los problemas más recurrentes del SOP es la infertilidad. Para corregirla es importante consultar con un especialista en reproducción asistida para que ofrezca un asesoramiento personalizado y los pasos a seguir para su tratamiento.
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