¿Crees que serías capaz de reconocer los síntomas de un ataque cardíaco? El bombeo del corazón nos da la vida y, por eso, es muy importante que seas consciente de los posibles signos indicadores de riesgo. El conocimiento puede ayudarte a evitar un gran susto.
Y si pensabas que entre hombres y mujeres no hay diferencias… ¡Error! Los síntomas no son siempre los mismos, aunque pocas veces se ha hablado de ello. De hecho, el infarto se tiende a asociar a los hombres y a creer que a las mujeres les afecta menos, razón por la cuál se desconoce esta diferencia.
Un infarto se da cuando hay un bloqueo en las arterias coronarias que no permite la circulación de la sangre hacía el corazón y, por tanto, tampoco llega el oxígeno. La acumulación de grasa o colesterol, son algunas de las causas que frenan el flujo sanguíneo. En consecuencia, se rompe la placa y aparece un obstáculo, que normalmente es un coágulo. De esta forma, se puede dañar o, incluso, destruir el músculo cardíaco.
Los ataques cardíacos son una de las principales causas de muerte en España. Súbitamente, suceden. Y debemos estar alerta para intentar evitarlo, porque cada minuto cuenta. Los síntomas serán nuestra advertencia y, por tanto, al identificarlos podremos actuar más rápidamente.
Signos de infarto en hombres y mujeres
La mayoría de las personas no sabemos reconocer los síntomas de un infarto, ni su gravedad. Tampoco conocemos las diferencias entre cómo se manifiestan en hombres y mujeres. Sin embargo, se presentan de forma distinta.
En el caso de los hombres, la sensación más común es el dolor de pecho o la indigestión. Del mismo modo, pueden aparecer náuseas, mareos, falta de aire, acidez estomacal, y molestias en la espalda, en el cuello o en la mandíbula. El ritmo cardíaco puede variar y, de repente, puedes tener sudor frío.
En referencia a las mujeres, pueden sentir más síntomas, los cuales son más difíciles de identificar. El dolor de pecho también es frecuente, pero puede que no lo sientan. Por el contrario, son típicos los signos de debilidad o cansancio espontáneo, la ansiedad y las dificultades respiratorias.
Puede aparecer dolor en la espalda, en la parte alta del abdomen, en el estómago, en la mandíbula o en el cuello. Asimismo, puede originarse una sensación de dolor en el esternón, en forma de presión, el cual provoca molestias en el brazo izquierdo y, a veces, en el derecho.
Además, podrías tener ganas de vomitar, sentir náuseas, mareos, falta de aire o sudor frío. Y, por si fuera poco, los signos pueden presentarse conjuntamente y de forma variada.