Aunque las vacaciones pueden estar todavía lejos para algunos, el buen tiempo ya está aquí, y con él es más frecuente pasar largos ratos al aire libre, ya sea en una terraza, en la playa o en la piscina. Sea donde sea, hay algo común si no ponemos atención: las quemaduras solares.
Qué son las quemaduras solares
La exposición prolongada a la luz ultravioleta (UV) del sol o de fuentes artificiales, como las lámparas solares, tiene como resultado una irritación de la piel, que pasa a tener un color rojizo y estar dolorida y caliente al tacto. En el caso de las quemaduras más graves, pueden aparecer ampollas, dolor de cabeza, náuseas y fatiga.
Estos síntomas suelen aparecer a las pocas horas de la exposición al sol, por lo que es posible que lo notes mientras todavía estás en ello, pero pueden pasar días incluso para conocer el alcance y la gravedad real. Lo más normal es que, tras unos días de enrojecimiento, comience a sanar con la descamación de la capa superior de la piel dañada. Tras esto, la piel suele tener un color más oscuro, por lo que se suele decir que se convierte en bronceado.

Precisamente por eso, mucha gente en verano no se preocupa por prevenir las quemaduras solares, ya que luego están contentos con su piel bronceada. Sin embargo, esto puede derivar a largo plazo en un rápido envejecimiento de la piel, lesiones cutáneas e incluso cáncer.
Además, hay que ser consciente de que cualquier parte del cuerpo expuesta al sol se puede quemar (incluso las orejas, los labios y el cuero cabelludo, partes que solemos pasar por alto), incluso en días nublados, ya que lo que genera los daños son los rayos UV, que siempre están presentes.
Cómo aliviar el dolor y picor producido por una quemadura solar
Lo primero que puedes y deberías hacer como tratamiento para las quemaduras solares es refrescar la piel cuando descubres que te has quemado. Lo puedes conseguir aplicando compresas de agua fría o directamente agua, pero sin la presión del grifo directamente sobre la quemadura.
Si sientes mucho dolor o picor, los analgésicos y antihistamínicos de venta libre pueden ayudarte a calmarlo. Recuerda siempre beber mucha agua para mejorar la hidratación y no tocar las ampollas en el caso de que salgan.
Además, es imprescindible ocultar o proteger del sol la zona afectada mientras se cura. Evita exponerte de nuevo durante un tiempo prolongado o, si lo haces, cubre la zona con alguna prenda de ropa.

Cómo quitar el rojo de una quemadura solar de forma natural
Lo más común es que las quemaduras solares se curen por sí solas en unos días sin mayor complicación. En caso de que el color rojo de tu piel se deba a quemaduras constantes o más graves, deberás acudir a un profesional que valore tu situación.
En general, el color rojo de las quemaduras no desaparecerá hasta un par de días después de haberse producido. A pesar de eso, es importante seguir las indicaciones que te hemos dado desde el primer momento, ya que así se evitará que el dolor o el picor vayan a más. En cualquier caso, aunque el rojo de la quemadura se vaya, la piel está dañada y hay que seguir protegiéndola.
Productos para curar las quemaduras solares
Además de estas recomendaciones básicas que te hemos explicado, lo más normal es aplicar una crema o gel que ayude a calmar, refrescar e hidratar la piel: los conocidos after sun. Estos son algunos de los mejores: