Se trata de mantener el eje de verticalidad. Si no tenemos fuerza en los músculos de la cadena posterior el cuerpo tiende a caer hacia adelante. ¿Qué pasa cuando se hace mal? Cuando fallamos en esta posición se producen problemas de dolores en las zonas dorso cervical y lumbar, y en ocasiones cifosis.
¿Cómo cuidarlo? Busca un referente de verticalidad: apóyate en la pared, por ejemplo, y trata de pegar la espalda por completo mientras respiras con calma. Haz así hasta 10 respiraciones al día.
Beneficios de hacerlo bien: ausencia de dolores y mejora en la apariencia estética.
SENTADA
La clave es el alineamiento de la pelvis. La zona lumbar siempre tiene que estar como apoyada en un respaldo imaginario. La espalda y el cuello formarán una línea tan recta como sea posible. Caderas y rodillas deben formar un ángulo de 90º.
¿Qué pasa cuando se hace mal?
Se termina por padecer lumbalgia. Y además casi todas las personas que pasan muchas horas sentadas y tienen fallos en la postura terminan por padecer dolores en una pierna, ya que las contracturas de la zona lumbar se irradian a menudo a las piernas por el nervio ciático.
¿Cómo podemos cuidarlo?
Poniendo la atención en la zona lumbar e imaginando que está apoyada por completo y descansando sobre un respaldo. Para ello se realiza una rotación pélvica o el movimiento de llevar ligeramente la pelvis hacia delante.
Beneficios de hacerlo bien: desaparición de molestias lumbares y postura que irradia seguridad.
CAMINANDO
Si ya has prestado atención a tu postura cuando estás erguida, ahora fíjate en los cimientos: los pies. Ellos tienen la clave. Deben ir en paralelo y apoyando toda la planta en cada paso. Tu cuerpo debe mantener la verticalidad que aprendiste a mantener erguida.
¿Qué pasa cuando se hace mal?
Se fuerzan más de lo conveniente otras zonas musculares con los consiguientes dolores y molestias.
¿Cómo cuidarlo?
Mientras caminas, fíjate en que tus pies vayan en paralelo. Imagina que caminan por la arena de la playa y deben dejar sus huellas. Así aseguras el apoyo completo de las plantas. Además mantén la verticalidad con esta imagen: eres un tranvía sujeto a un techo por un cable que tira de tu cabeza.
Beneficios de hacerlo bien: Si caminas adecuadamente evitarás dolores y la cifosis (la temida chepa). Sentirás que tu caminar es más ligero y placentero. Además, sin darte cuenta, estarás mejorando mucho estéticamente.
Hacer estos ejercicios te ayudarán a descargar la tensión de tu espalda.
Mientras caminas, fíjate en que tus pies vayan en paralelo. Imagina que caminan por la arena de la playa y deben dejar sus huellas. Así aseguras el apoyo completo de las plantas. Además mantén la verticalidad con esta imagen: eres un tranvía sujeto a un techo por un cable que tira de tu cabeza.
Beneficios de hacerlo bien: Si caminas adecuadamente evitarás dolores y la cifosis (la temida chepa). Sentirás que tu caminar es más ligero y placentero. Además, sin darte cuenta, estarás mejorando mucho estéticamente.
Hacer estos ejercicios te ayudarán a descargar la tensión de tu espalda.