Está más que demostrado que las modas siempre vuelven. Incluso las que más nos puedan sorprender. Coser y bordar siempre han estado presentes en nuestra sociedad desde hace siglos y, de hecho, nunca han desaparecido. Sin embargo, en las últimas décadas ha pasado a considerarse una actividad reservada para gente mayor o simplemente para arreglar prendas rotas. Hasta ahora.
No sabemos si ha sido a raíz de la pandemia, pero las manualidades están de moda. Y una de las que más es el bordar. En general todas las actividades relacionadas con la costura, pero concretamente los bordados son una de las grandes tendencias. Y no nos extraña, ya que al hacerlos manualmente estamos cultivando nuestro bienestar.
¿Qué es bordar?
Bordar es adornar con relieves una tela u otros materiales. Ese adorno normalmente se hace con hilo de bordar, pero puede ser con otros materiales, como abalorios. Y la superficie que se puede bordar puede ser tela, pero también incluso cartón o plástico.
Como cualquier manualidad, bordar permite fomentar la creatividad hasta límites insospechados. Puedes hacer cualquier cosa, y conforme más practicas, más aprendes y más vas descubriendo lo que puedes hacer. También es una actividad que nos ayuda a relajarnos, ya que estás concentrado en una acción concreta, sin pensar en nada más, es casi terapéutico.
De hecho, según la multinacional textil Katia, hasta el 41% de los jóvenes en España recurre a hobbies creativos o de Do It Yourself (DIY). En concreto, actividades como ganchillo, punto o macramé son las que más contribuyen a este bienestar físico y mental, actividades para las que la empresa ha visto un aumento de la demanda en los últimos dos años.
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¿Cómo se realizan los bordados?
Para empezar hay que distinguir dos tipos de formas de bordar: a máquina o a mano. En este caso, los beneficios que te hemos contado se dan bordando a mano, ya que es el proceso en el que puedes hacer todo tú misma.
Dependiendo de qué sea lo que vas a bordar puede hacerse de una forma u otra, pero en general, lo mejor es usar un doble aro de madera ajustable para tensar la tela que vayas a bordar. Esto te permitirá tener más movilidad y espacio libre detrás para manejar la aguja.
Una vez lo tengas tenso (sin pasarte) dibuja el patrón que quieras crear y empieza a bordar. Puedes usar cualquiera de los tipos de punto de bordado que hay, todo dependerá de lo que más te guste y lo que quieras crear.
¿Qué se puede hacer con los bordados?
Prácticamente de todo. Puedes bordar desde sencillos detalles en cualquiera de tus prendas de ropa o bolsos, hasta hacer un diseño más complejo y grande en una prenda, bordar las iniciales en la ropa de los niños para identificarla en el cole o los campamentos de verano, hacer medallones para joyas, cuadros decorativos, tejidos con los que después hacer otras prendas... ¡El límite está en tu imaginación!
