Seguro que más de una vez has abierto la nevera y te has encontrado con que tienes unas cuantas botellas de plástico que guardas con agua. Piensas que así estás ayudando al planeta, ya que estás reutilizándolas y alargando su vida útil, evitando generar más y más residuos con la compra de otras nuevas.
Y puede que las sigas rellenando una y otra vez durante meses (en algunos casos incluso años) hasta que veas que ya no dan más de sí. Pues déjanos decirte que deberías dejar de hacerlo. Aunque tu intención es buena, puedes estar perjudicando a tu salud.
¿Cuántos días puedo reutilizar una botella de plástico?
Esta cuestión depende mucho del tipo de plástico con el que esté hecho el producto. De hecho, hay algunas botellas en las que el propio fabricante indica que no se deberían reutilizar. Pero, teniendo en cuenta el propio sentido común y los avances del reciclaje, tampoco deberíamos llevar al extremo la expresión "plástico de un solo uso". La mayoría de expertos señala que, para evitar sustos, lo mejor es no rellenarlas más de dos veces.

¿Qué pasa si reutilizamos botellas de plástico?
Pero, si al rellenar la botella estamos evitando un daño para el planeta, ¿por qué está tan desaconsejado? Principalmente por tres razones importantes para la salud:
- Peligro de accidentes domésticos
Aunque no es lo común, a veces la gente aprovecha estas botellas para guardar en ellas líquidos de limpieza que son muy tóxicos, como lejía o aguarrás. Debido a su apariencia incolora, igual que el agua, alguien puede confundirlo e ingerirlo como si fuese agua, especialmente niños o personas mayores, lo que es la causa de muchos accidentes domésticos. Por eso, si las usas con este fin asegúrate de poner productos de un color distinto y guardarlas en lugares de difícil acceso. Y, por supuesto, después no las vuelvas a llenar de agua por muy bien que las laves.
- Filtración de tóxicos
Hay mucho debate sobre si los componentes químicos del plástico pueden filtrarse al agua y afectar la salud. En los últimos años, diversos estudios han demostrado que este tipo de envases están elaborados para que la cantidad que pueda pasar al agua sea mínima e inocua, pero si el plástico se deteriora, por ejemplo por efecto del calor, las cantidades pueden ser mayores y, aunque no se ha demostrado que sean tóxicas, es preferible evitarlo. Eso sí, las botellas de plástico PET no contienen los aditivos que se suelen filtrar en pequeñas dosis al agua, así que siempre será mejor optar por ellas, reconociéndolas por llevar un símbolo triangular negro.
- Proliferación de bacterias
El principal problema y peligro de reutilizar estos productos es que es un nido para la proliferación de bacterias, especialmente si bebemos directamente de la botella, pero que también pueden llegar de nuestras manos o del propio ambiente. Por eso si decidimos volver a rellenar una botella de plástico para beber habría que lavarla bien con agua caliente, aunque no a temperaturas demasiado elevadas, pues podría degradar el plástico, y jabón y secarla con cuidado antes de volver a llenarla.
Alternativas a las botellas de plástico
Hoy en día es muy fácil sustituir el plástico de un solo uso. Los envases de vidrio, por ejemplo, sí pueden reutilizarse sin problemas, aunque teniendo en cuenta también las mínimas condiciones de limpieza para evitar la creación de bacterias.
Y, sobre todo, a día de hoy puedes encontrar muchísimas botellas reutilizables que no solo tienen diseños preciosos, sino que son mucho más resistentes. Por ejemplo, las Dopper son una opción ideal porque cuentan con modelos de diferentes materiales y diseños, pero todos ellos ideales para guardar y transportar líquidos.

De hecho, la gracia de estas botellas es que llevan integradas una pequeña copa en la parte de arriba que puedes sacar y usar en cualquier parte. Y, precisamente para aprovechar las posibilidades de personalización de esa copa, Dopper ha lanzado la primera colaboración con una artista española, Naranjalidad, con la que se puede añadir su precioso diseño a esta parte del modelo que se elija.
El diseño, disponible en la página web hasta el 24 de marzo, está inspirado en las algas y lo marino, y recuerda la importancia de cuidar nuestros mares y océanos, donde acaba la mayor parte del plástico que los humanos consumimos. Un gesto tan sencillo como cambiar el tipo de botella que utilizamos puede ser vital para el futuro del planeta.