Relajarse observando el cielo nocturno es tarea imposible en núcleos urbanos, donde la contaminación ambiental y lumínica las esconden de nuestra vista. Y por otro lado, nuestro ritmo de vida acelerado hace que a la hora en la que empiezan a verse estrellas en cielo estemos más pendientes de terminar el trabajo para poder ir a casa (de una vez), de preparar la cena, de las tareas que tenemos para el día siguiente... Existen muy buenas razones para volver a recuperar esta sencilla costumbre.
1. Volverás a ponerte en contacto con la naturaleza: Para observar el cielo estrellado plenamente (no vale ver solo cuatro o cinco estrellas una noche) vas a tener que alejarte de la ciudad, lo que te va a venir bien para desconectar de todo lo que te rodea en tu día a día. Rodearse de naturaleza te ayudará a volver a conectar contigo misma.
2. Es una actividad muy relajante: Puede sonar poético, pero observar las estrellas en silencio lleva a nuestra mente a un estado de relajación.
3. Saca tu lado más místico: El ser humano se ha planteado muchas cuestiones trascendentales observando los astros: desde la posición que ocupa la Tierra en el universo, hasta la creación de la vida, pasando por la pregunta de si estaremos solos en el universo o qué es lo que ocurre después de la muerte. Seguro que al leer esto a muchos les dará la risa, pero dejar de lado nuestro escepticismo y dar un poco de rienda suelta a nuestro lado espiritual viene bien de vez en cuando.
3 razones para volver a mirar las estrellas
Parece un gesto sencillo e incluso simple, pero debido a unos cuantos factores del mundo en el que vivimos mirar las estrellas se ha convertido en un lujo.
