Los aparatos electrónicos se han convertido en parte de nuestro día a día y por ello tenemos que aprender a convivir con los campos electromágnéticos que las diferentes ondas y radiaciones crean en nuestra propia casa.
La propia Organización Mundial de la Salud advierte sobre los efectos dañinos que pueden tener sobre las personas (dolor de cabeza, trastornos del sueño, mareos...) y nos invita a que tomemos precauciones. Cableados, iluminación, electrodomésticos, redes wifi, móviles, antenas...
Como no podemos evitarlos, lo mejor es tomar estas sencillas precauciones y cambiar algunas rutinas de consumo para garantizar una mejora en nuestra calidad de vida:
1. En el dormitorio, no dejes nada electrónico a menos de un metro de la cama: radiodespertadores con enchufe o el teléfono móvil son cosas que están mejor fuera de tu mesita de noche. El lado positivo de hacer esto es que te tendrás que levantar para apagar el despertador o la alarma y no tendrás excusa para remolonear en la cama. Y si necesitas una lamparita de noche, evita los alógenos y fluorescentes.
2. No esperes frente al microondas, aléjate mientras está en funcionamiento.
3. Apaga los aparatos electrónicos olvidando la función standby.
4. Mantén una distancia de al menos 3 metros con la pantalla de la tele.
5. Ventila la casa a diario para equilibrar la carga iónica de tu hogar.
5 maneras de protegerte de los campos electromagnéticos
Sensación de cansancio, falta de sueño, dolores de cabeza... son algunos de los efectos que las radiaciones electromagnéticas producen en nuestro organismo.
