Para alcanzarla es necesario practicar a diario siete actividades que conforman los llamados "nutrientes mentales" que el cerebro necesita para funcionar mejor. Al participar con regularidad en cada una de estas acciones, el cerebro se activa para coordinar y equilibrar las actividades reforzando las conexiones internas y las externas con otras personas.
Las siete actividades mentales esenciales, según un estudio publicado por los doctores David Rock, director ejecutivo del Instituto NeuroLeadership, y Daniel Siegel, director del Instituto Mindsight, son las siguientes:
- Centrarse en el tiempo: Cuando nos centramos en las tareas orientadas por un objetivo, tomando los retos que producen profundas conexiones en el cerebro.
- Tiempo de juego: Cuando nos permitimos ser espontáneos o creativos y disfrutamos de nuevas experiencias ayudamos a hacer nuevas conexiones en el cerebro.
- Tiempo de conexión: Cuando nos relacionamos con otras personas o dedicamos tiempo a conectarnos con la naturaleza. Estas acciones activan importantes circuitos cerebrales.
- Tiempo de física: Cuando hacemos algún tipo de ejercicio fortalecemos el cerebro de muchas maneras.
- Tiempo interior: Cuando reflexionamos en silencio y nos concentramos en imágenes, pensamientos o sensaciones ayudamos a integrar mejor el cerebro.
- Tiempo de relajación: Cuando no tenemos por delante ningún objetivo concreto hay que relajar la mente para ayudar a la recarga del cerebro.
- Tiempo de dormir: Cuando le damos al cerebro el descanso necesario para consolidar el aprendizaje y recuperarse de las experiencias vividas a lo largo del día.