1. Escoge el lugar
Tan o más importante es el tipo de planta como dónde ubicarla. Hemos de tener en cuenta si hay luz directa del sol o indirecta y cuántas horas. Descartaremos los rincones más fríos de la casa y en los que se formen corrientes o reciban el aire directo de ventiladores. Si hay que añadir una iluminación artificial específica, la mejor es la fluorescente.
2. No hay luz
En estos casos se recomienda escoger especies más resistentes como "la zamioculca, la sanseviera, la calathea, el pothos, el helecho, el ficus benjamina, la espatifilum o el anthurium. Las dos últimas son de las pocas que toleran bien las características de los espacios interiores y su floración es vistosa", explica el especialista en jardinería Pol Carbonell, de Som Jardí.
3. Falta de espacio
Esto no es un problema. ¿Has pensado en cultivar en miniatura? "Te sorprendería lo que puede cultivarse en una taza, una lata o un utensilio de cocina -todos de tamaño ideal para colocar en mesas, repisas de ventanas, escalones y estantes para crear un jardín en miniatura", explica la diseñadora de jardines Philippa Pearson en Grandes Ideas para espacios pequeños. "Terrarios, canalones y marcos en vertical pueden albergar bonsais, plantas aromáticas, frutales y plantas carnívoras", destaca la especialista.
4. Evita las plagas
Aunque en el interior de casa no es frecuente que se den, mejor prevenir la invasión de insectos o enfermedades. La solución es combinar diferentes variedades. "Cultivar ciertas plantas cerca de otras puede ayudar. Por ejemplo, el olor de la damasquina aleja a las mosquitas blancas; la albahaca mejora el crecimiento y sabor de tomates y el ajo cerca de las rosas disuade a los pulgones", afirma Pearson. Una alternativa es aplicar aceite de Neem, ya que da buenos resultados para combatir plagas y hongos.
5. Riego programado
Aunque en invierno no es tan necesario, en verano sí es vital el riego casi diario. Si eres de las que se despista fácilmente, lo ideal es un sistema de riego con temporizador para poder programarlo en tu ausencia. Para Carbonell otra solución son las macetas con sistemas de almacenamiento de agua por capilaridad, "son las llamadas hidrojardineras". Una última opción son las gelatinas: "Si te vas de vacaciones unos 10 o 15 días será suficiente con esto", explican desde Som Jardí.
6. La tierra es importante
Existen dos tipos de sustratos: el universal ?que se emplea en la mayoría de plantas? y el de castaño. "Este último se utiliza para aquellas que necesitan una tierra más ácida, entre ellas, las camelias, las hortensias o las gardenias", afirma Carbonell. El experto, además, aconseja colocar en la base de la maceta cerca de un 10% de material drenante -grava, tierra volcánica o arlita- para evitar que la raíz se pudra. Otro consejo -más estético- es colocar un plato debajo de la maceta para no estropear la superficie sobre la que repose el tiesto.
7. La mejor maceta
"Una maceta de cerámica es porosa y airea las raíces, pero es frágil y se rompe con facilidad, filtra la humedad y puede manchar el suelo. Las macetas de plástico son ligeras y limpias pero pueden pudrir las raíces si no drena bien el agua. Dos buenas opciones son las macetas de resina, que por sus características son similares al as de plástico, pero es más estética y actual, y la maceta de fibra que es muy decorativa aunque pesa mucho", afirman desde Som Jardí.
Ya tienes los consejos para que tu espacio verde en casa sea todo un éxito, ahora solo debes seleccionar las plantas que más se adpatan a tu hogar. Si te estrenas en esto de la jardinería, lo mejor es que elijas plantas fáciles de cuidar.