Los primeros vuelos en globo datan del año 1709, por lo que es una de las actividades aeronáuticas más antigua. Está compuesto por una cesta y una bolsa llena de gas más ligero que el aire y, aunque se puede controlar la elevación, los globos aerostáticos se dejan llevar por las corrientes de aire.
El momento perfecto para realizar un vuelo en globo es durante las primeras horas de la mañana, porque los vientos son más calmados. Aunque es recomendable que las mujeres embarazadas se abstengan de volar en globo, es una actividad sin riesgo y puede realizarla cualquier persona a partir de los cinco años.
Volar en globo permite ver el paisaje desde el aire, pero es una actividad que no da ninguna sensación de vértigo y que te proporciona un contacto con la naturaleza desde una perspectiva totalmente distinta. En lo alto del cielo, el silencio es absoluto y nos ayuda a relajarnos y desconectar del bullicio de la ciudad.
Puedes realizar vuelos en globo aerostático en muchos puntos de la geografía española: descubre la zona volcánica de la Garrotxa (Girona) desde el aire, observa el cauce del río Alcanadre (Huesca) a vista de pájaro o vuela por los cielos de Zaragoza.
Atrévete a vivir las sensaciones de volar en globo
Elévate a lo más alto y déjate llevar por las corrientes de aire en el más absoluto silencio mientras observas paisajes maravillosos a vista de pájaro.
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