Seguro que te ha pasado alguna vez. Se te cierran los ojos y estás muerto o muerta de cansancio y aun así sigues pegado al televisor o continúas con los ojos fijos a la pantalla del ordenador o el teléfono o haciendo cualquier otra cosa en vez de irte a la cama.
Puede que nunca te hayas parado a pensarlo, y que simplemente no le hayas dado importancia. Tal vez hayas pensado que es lo normal, que quieres aprovechar el día, o terminar algo pendiente, pero no. Se necesitan horas de descanso y, en la mayoría de estos casos, retrasamos la hora de ir a la cama sin ningún motivo importante.
Qué es el bedtime procrastination
La razón detrás de esta situación es lo que se conoce como bedtime procrastination, o dicho de otra manera: estás procrastinando, es decir, retrasando lo que sabemos que tenemos que hacer, que es irnos a dormir, y por desgracia es algo bastante frecuente.

Procrastinación al dormir: su relación con el insomnio
En muchas ocasiones la procrastinación del sueño puede confundirse con el insomnio, ya que al no poder conciliar el sueño acabamos empleando el tiempo en otras actividades. O al menos eso es lo que concluyó un estudio realizado por un grupo de investigadores de la universidad de Utrech (Holanda) y publicado por la revista Frontiers in Psichology. El problema, nos dice el estudio, es que la procrastinación nocturna supone irnos a la cama más tarde de lo previsto y levantarnos al día siguiente sintiéndonos cansados y con sueño pendiente.
Según el resultado de la investigación, las personas acostumbraban a procrastinar antes de acostarse no porque quisieran irse a dormir tarde, sino por que no quieren dejar de hacer lo que están haciendo. Así pues, la procrastinación nocturna tendría a ver con el autocontrol, algo que, según parece, está en nuestras horas mas bajas cuando nos sentimos cansados.
Cómo evitar la procrastinación a la hora de dormir
Afortunadamente, existen algunos buenos hábitos que pueden ayudarnos a acabar con la procrastinación nocturna y dormir mejor durante las horas necesarias para sentirnos bien física y anímicamente.
Por ejemplo, procurar ir a dormir siempre a la misma hora o seguir algún tipo de ritual, como darnos una ducha caliente antes de irnos a la cama. Ah, y visualizar lo cansados que estaremos al día siguiente puede ser también de mucha ayuda para decidirnos a dejar lo que estemos haciendo e irnos a dormir cuando toca