- El perejil se conservará fresco durante más tiempo si lo mantienes en remojo en agua con una gota de lejía. Colócalo como si fuera un ramo de flores.
- Puedes congelar el perejil y conservarlo hasta seis meses. Para hacerlo, lávalo y separa las hojas de los tallos. Una vez esté seco envuélvelo en papel de aluminio o en una bolsa de plástico y mételo en el congelador. Sin duda, algo de su aroma y sabor se perderá por lo que deberás usar más cantidad en tus platos. Añádelo sin descongelar.
- Otra posibilidad es secar el perejil para conservarlo en botes herméticos. Perderá más aroma y sabor que en el congelador. Para secarlo bastará con colgar los ramilletes de perejil boca abajo o metiéndolo en el microondas durante 2 o 3 minutos. Para guardarlo, sepáralo del tallo.
- Si añades el perejil al aceite cuando éste esté todavía caliente (y con el fuego ya apagado) conseguirás eliminar el aroma del alimento que hayas acabado de cocinar y podrás reutilizando tras sacar el perejil.
- Otra idea es preparar una mantequilla de perejil. Con el perejil bien limpio y desechando los tallos lo mezclamos con la mantequilla con la ayuda de un tenedor. Le damos forma y la congelamos. María Jiménez Latorre nos explica éstos y muchos otros trucos en Magias en la cocina.
Cinco trucos de cocina con perejil
Excelente fuente de vitamina C y K, el perejil es además el vegetal verde más rico en betacarotenos y contiene altas dosis de calcio y potasio. Una riqueza que se sigue regalando en verdulerías y pescaderías. Para tenerlo siempre a mano te contamos cinco trucos para que no te quedes sin una ramita de perejil
