A todos los nombres que recibe, debería añadirse el de planta mágica. La sábila, aloe vera o aloe de Barbados cuenta con un sorprendentemente amplio abanico de propiedades y utilidades medicinales y cosméticas. Como seguro que ya sabes, es altamente hidrante y nutritiva, contiene vitaminas y minerales, y al penetrar fácilmente en la piel favorece la cicatrización y la regeneración celular, a la vez que combate el envejecimiento prematuro de la piel. Por si fuera poco, también tiene una acción antiséptica y analgésica.
Las hojas de esta planta contienen gran cantidad de pulpa, que se extrae para utilizar como un gel con el que se tratan problemas cutáneos como sequedad, picaduras de insectos e incluso quemaduras. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este es mucho más efectivo si la planta ha crecido en las condiciones óptimas. En este sentido, desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona se recuerda que la calidad y eficacia de este gel vienen condicionadas por su contenido en polisacáridos, que varía según los ciclos vitales de la planta, y por las variaciones climáticas a las que se ve sometida. Así, se hace esencial utilizar productos en los que la calidad del aloe esté garantizada desde su cultivo y recogida hasta la fabricación del producto final o, si te atreves, mucho mejor: cultivarla tú misma.
Si te animas a cultivarla, tenemos buenas noticias, y es que esta planta mágica es, encima, fácil de cuidar. Puede sobrevivir en todo tipo de climas extremos en los que hay escasez de agua, lo que le permite crecer en más de la mitad de la superficie terrestre del planeta. Con una serie de cuidados básicos, sobrevivirá tanto en interior como en exterior, sin requerir de demasiada agua, e incluso se multiplicará por sí misma. Le añadimos todavía un atractivo extra: el aloe contribuirá también a purificar el aire de tu casa.
Si ya estás convencida de tener tu propio aloe vera en casa, ten en cuenta una serie de consejos: