Sortea las charlas sobre sus síntomas; enfermedades u operaciones que han sufrido otras personas, la idea es no entrar en un círculo vicioso sobre dichos temas y restarles importancia.
2. Restríngele las visitas al médico
Si necesita acudir al especialista asiduamente, aconséjale que espere, recuérdale que en otras ocasiones no se ha sentido mejor al ir a la consulta.
3. Aconseja tratamiento
Es importante sugerirle que le trate un psicólogo, pero aún más que lo hagas de manera asertiva. Prepárate porque es probable la respuesta sea: "¿Al psicólogo?, ¡pero si yo no estoy loco!, ¡estoy enfermo!". Y no hay que rebatir la afirmación, sino optar por fórmulas como: "Sé que lo estás pasando mal, y te puede ayudar a reducir la tensión".
4. Potencia que se distraiga
Acompáñale a hacer actividades de ocio. Una de las más recomendables: escaparse al campo, allí se aislará de tentaciones (por falta de cobertura móvil) o hacer una visita al médico.
Analizamos la hipocondría en profundidad en el número de enero de la revista Objetivo Bienestar.