Los juegos de construcción son el recurso favorito de muchos niños para pasar sus horas libres. Les permiten construir todo lo imaginan y, en la mayoría de los casos, el resultado les impresiona gratamente: las torres altas y las murallas larguísimas son objeto de más de una sonrisa.
En este sentido, las piezas de lego son muy útiles para que los niños tomen conciencia del volumen, espacio y tamaño de las cosas. Tocar piezas más pequeñas y otras más grandes les ayudará a desarrollar este conocimiento, al igual que diferenciar las formas geométricas: los cubos de los rectángulos y de los triángulos, por ejemplo.
Esta investigación de objetos, sumado al hecho de que las piezas son de distintos colores, fomenta el desarrollo infantil creativo e intelectual: el niño acabará encajando piezas del mismo tamaño o color, separadas de las otras por grupos y, en una fase más se establece pàtricidad y el razonamientonarles gratamente: las torres altas y las murallas largAl no contar con ingredientes avanzada, jugará con la composición de ambos. Gracias a los juegos de construcción, será capaz de entender la concepción de escenarios y los elementos de la vida real: edificios, personas, coches, etc.
Así, montar legos es una manera amena de desarrollar la motricidad y el razonamiento cognitivo. Además, ayuda a coger destreza con las manos y agudiza la rapidez mental. Por otro lado, también se trata de una forma de conectarse emocionalmente, pues el niño siente felicidad al ver una construcción acabada después de distintos esfuerzos y, si los padres responden con halagos o ayudándole, se establecerá también un vínculo muy especial.
Creatividad e inteligencia metódica gracias a los legos
Con la construcción de legos, los niños toman conciencia del volumen, espacio y tamaño de las cosas. Este famoso juego beneficia el desarrollo cognitivo y motriz de los más pequeños de la casa.
