Foto: Westwing
En los últimos dos años el valor que le damos a nuestro hogar ha cambiado. Y, para algunos, lo ha hecho de manera radical: ahora ya no se trata de espacios en los que acudimos al final del día solo para dormir, sino que nuestra casa es también nuestra oficina, nuestro espacio de ocio, de cultura, de deporte, de educación o de bienestar.
Según las tesis del Feng Shui, el arte milenario chino que busca la armonía de todos los elementos de nuestra casa para que esté en equilibrio con las fuerzas de la naturaleza, nuestro hogar es también el reflejo de nuestra alma. Y, por eso mismo, es tan importante construir un ambiente en el que nos sintamos 100% representados, que sea cómodo y que nos aporte el máximo de paz, tranquilidad y serenidad posible.
Nuestro hogar es también el reflejo de nuestra alma
Es decir, que se trate de una casa feliz. Natalia Zubizarreta, interiorista que trabaja desde hace años la relación entre emociones y espacios, lo explica así: “el mayor honor que le puedes hacer a tu hogar es habitarlo y disfrutarlo”. Y, para disfrutarlo, es imprescindible que pongamos conciencia en distintas cuestiones que van desde temas estructurales hasta pequeños detalles decorativos.
Estas son las cinco características que, según Zubizarreta, debe cumplir toda casa feliz: