A Sonia le ha cambiado la vida poder teletrabajar desde casa. Aunque antes lo hacía presencialmente en el centro de Madrid, hace unos meses decidió mudarse con su familia a una casa unifamiliar a 50 kilómetros de la ciudad para poder disfrutar de un entorno mucho más verde y tranquilo.
La nueva casa tenía todo lo que los miembros de la familia necesitaban, pero el cambio de modelo de trabajo surgido a raíz de la pandemia presentó una problemática inesperada: a pesar de contar con una vivienda grande, no había ningún lugar pensado y adaptado a los requerimientos del teletrabajo, y Sonia se veía obligada a realizar su jornada laboral desde los espacios comunes de la vivienda. Algo incómodo y poco productivo.
Así que, después de analizar cuál podría ser el mejor lugar para construir una buena oficina, la familia decidió utilizar el ático como nuevo despacho. El problema principal de este espacio radicaba en que, a pesar de contar con dos ventanas, eran pequeñas e inalcanzables y no cumplían con dos de las misiones más importantes de estas aperturas al exterior: ni permitían la entrada de suficiente luz natural, ni se podían abrir para ventilar.
El espacio para el teletrabajo debe ser tranquilo, bien iluminado y bien ventilado
Por qué el ático es el espacio perfecto para teletrabajar
Sonia no se equivocó escogiendo la parte más alta de su vivienda como el espacio óptimo para montar su nuevo despacho. Y lo hizo después de tener en cuenta estos tres aspectos cruciales:
- Un lugar alejado del caos: este es el primer e imprescindible requisito que nuestra oficina debería cumplir, especialmente si tenemos una familia numerosa o somos muchos en casa.
- Un lugar bien iluminado y bien ventilado: sin humedades, con una temperatura regulable que podamos controlar para no pasar frío en invierno ni calor en verano, y con luz natural que favorezca el cuidado de nuestra salud ocular y de nuestra salud mental.
- Un entorno que favorezca la serenidad y la concentración: dos factores clave para propiciar la productividad en casa.
El ático es sin duda un espacio que cumple con estos tres factores y que puede dar lugar a un pequeño refugio privado en el que encontrar toda la paz y la tranquilidad necesarias para estudiar o trabajar desde el hogar.


Una sencilla reforma para ganar más luz natural y mejorar la ventilación
Sonia dejó la reforma en las expertas manos de VELUX, marca ganadora de la categoría “Espacios saludables” en la VI edición de los Premios Objetivo Bienestar. Un arquitecto de VELUX estudió las posibilidades de su ático y determinó cuál podría ser la nueva superficie acristalada que podría crearse según los metros cuadrados de la habitación.
VELUX es la marca ganadora en la categoría “Espacios saludables” en la VI edición de los Premios Objetivo Bienestar
Con una obra mínima y muy rápida, el espacio cambió por completo: con las nuevas ventanas de tejado se conseguía luz natural y ventilación durante todo el día, además de una mejor conexión con la naturaleza y el espacio exterior. Además, las nuevas ventanas de VELUX pueden abrirse o cerrarse tanto manualmente como en remoto gracias a los sistemas Io T, un mecanismo que garantiza una ventilación óptima y que promueve el bienestar.
El toque final del nuevo despacho fue la apuesta por los elementos de mobiliario y decoración: partiendo de un estilo minimalista, muy limpio y muy bien aprovechado, Sonia optó por piezas ergonómicas, materiales naturales e inspiración vegetal. ¿El resultado? Puedes verlo tú misma: un entorno iluminado, ventilado, funcional, armonioso y, sobre todo, saludable. ¡Toma nota!