Te damos cinco buenas ideas para reutilizar piezas viejas de madera, como tableros, listones o lamas, y convertirlas en cabeceros o mesas de centro. Son propuestas sencillas. Las puedes hacer tú mismo sin necesidad de ser un experto en bricolaje. En su mayoría, solo tendrás que realizar un trabajo de “puesta a punto” de la materia prima, limpiarla y darle un nuevo acabado para conseguir muebles así de originales.
1. Un cabecero con piezas de parqué. Este modelo de cabecero se ha realizado con piezas de un suelo de parqué estropeado. Las lamas se han pintado en una gama de blancos y tonos madera. El resultado: un mosaico cromático muy vistoso.
Las piezas de parqué deben ir pegadas sobre una tabla de madera, que hará las veces de soporte. El tablero debe tener unos 16-19 mm de grosor, el ancho de la cama y la altura deseada. Puedes cortar la tabla a la medida con sierra de calar o pide que te la corten en un almacén de maderas.
Así puedes hacerlo:
- Limpia primero cada lama de parqué y elimina el barniz antiguo con un decapado o lijado. Puedes hacerlo a mano, usando papel de lija, o bien con una lijadora eléctrica, que facilitará y hará más rápido el trabajo.
- Retira bien el polvo antes de elegir los colores en que vas a pintar cada pieza.
- Pinta las piezas con pintura al agua de los colores que quieras. En este ejemplo se ha elegido el blanco para unas lamas y el barniz transparente o con un poco de color en otras.
- Ve pegando cada pieza sobre la tabla soporte con cola blanca. Forma hileras intercalando los tonos. No te preocupes si sobresalen por los lados. Luego puedes recortarlas.
- Aplica, por último, un acabado final con barniz transparente.
2. Dos puertas antiguas enmarcando la cama. Usar las puertas con efecto envejecido como cabecero es un recurso de tendencia. Probablemente, estas pertenecían a un balcón o una entrada. También te pueden servir unos simples listones de madera para fabricarlo.
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Así puedes hacerlo:
- Decapa la madera con decapante químico o con lijadora para eliminar toda la suciedad y los antiguos acabados (barniz, tinte, pintura) que pudiera tener.
- A continuación, lava con agua y seca bien.
- Aplica esmalte blanco al agua sin preocuparte de cubrir mucho el fondo, ya que quedará parcialmente a la vista.
- Antes de que esté completamente seca la pintura, retira en mayor o menor cantidad (según se prefiera dejar el fondo más o menos visible) con un trapo o con un papel de lija de grano fino.
- Retira el polvo. Una vez seco el cabecero aplica una mano de cera transparente.
3. Una mesa de centro o para el televisor. Fabricados con madera, los palés se pueden reconvertir en casi cualquier mueble.
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Así puedes hacerlo:
- Limpia bien el palé, líjalo y retira el polvo.
- Si presenta agujeros de los clavos o alguna fisura, utiliza masilla para madera del color más parecido al del palé. Aplica con espátula, deja secar y alisa con lija.
- Si el color de la madera es bonito, quedará perfecto con su tono natural. Basta con darle una capa de barniz o cera para un acabado más cuidado y para suavizar las superficies.
4. Decora con estarcidos una mesa para la terraza. En este ejemplo, un palé se ha reciclado y convertido en un mesita para el jardín. El modelo se ha decorado con unos letreros pintados, que le dan un toque diferente y muy moderno. Cuando esté acabada, coloca un cristal del tamaño del sobre para que puedas utilizar toda la superficie superior.
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Así puedes hacerlo:
- El motivo estarcido se hace con unas plantillas que servirán para imprimir palabras, frases o motivos que te gusten. Utiliza una lámina de acetato, calca el mensaje y recorta el interior de las letras con un cúter.
- Coloca la plantilla sobre el palé y con un rodillo de espuma y pintura de distintos colores, estampa las palabras decorativas en las tablas de madera. No mojes demasiado la herramienta, es mejor repasar después si fuera necesario.
- Retira el acetato y quedarán impresos los motivos.
5. Sobre ruedas. Las mesitas son mucho más prácticas con ruedas, ya que así se pueden mover para limpiar e incluso trasladarlas a otra habitación cuando sea preciso. Colocarlas es muy sencillo:
- Atornilla la pletina de sujeción a distancias idénticas de las esquinas. Marca la posición de los cinco agujeros, pretaladra y después atornilla con atornillador manual o eléctrico.
- Enrosca finalmente la espiga de cada rueda en el orificio central de la pletina.
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