El café tiene muchas propiedades beneficiosas, tanto para la cocina como para el hogar. A nivel cosmético, por ejemplo, podemos usar los granos de café molido para eliminar eficazmente las células muertas del rostro. Mezclados con avena y aceite de macadamia, actúan como un tónico natural para la cara, exfoliando la piel y cerrando los poros. La cafeína, además, es un antioxidante natural.
El café también permite eliminar olores indeseados en el hogar. Calentando a fuego lento granos de café recién molido en una sartén podemos eliminar los malos olores de la casa, especialmente si tenemos mascotas. Otra opción es utilizar las sobras de café para fertilizar las plantas del jardín. Rico en nutrientes, el café está especialmente indicado para hacer crecer azaleas, rosales y rododendros. Sólo hay que mezclar media taza de granos molidos con el abono.
En la cocina, una taza de café negro también puede dar mucho sabor a los sofritos, especialmente los de carne. Esta bebida aporta un aroma intenso a las salsas, tanto dulces como saladas. Por otro lado, mezclando un poco de café con aceite de oliva, o bien haciendo una infusión con las semillas tostadas, podemos conseguir un aceite aromático para aliñar ensaladas con un toque único.
El café, un aliado en el hogar
Exfoliar el rostro, dar más sabor a los platos o fertilizar las flores son algunas de las cosas que podemos hacer con los granos molidos de esta polifacética bebida.
