El estilo Shabby apuesta por una decoración entre romántica y country, esta tendencia deco abusa de los tonos claros y pastel y deja que se sienta el encanto del paso del tiempo. Con estas características, ¿quién se resiste al toque shabby?
Dulce, femenino, algo vintage, muy luminoso y sutil. Esta es la carta de presentación del shabby chic, un estilo que tiene su origen en las casas de campo inglesas, donde se mezclaban elementos antiguos con otros más modernos. Y de eso se trata precisamente, de combinar objetos decorativos desgastados o con efecto envejecido con otros más actuales, siempre que luzcan un halo de delicadeza. Deja que la casa se impregne del estilo cottage británico, con el predominio de tonos blancos, beis y colores pastel. Con la madera, la porcelana, el metal y el hierro forjado como materiales protagonistas y con textiles en lisos, cuadros, rayas y, sobre todo, motivos florales. Proponte recuperar algún mueble antiguo y dale una nueva oportunidad con una mano de pintura decapada. Para que te resulte más fácil recrearlo, intenta que la habitación evoque el estilo de una coqueta cabaña. Para Cristina Hernández, del servicio de diseño de la firma Laura Ashley, el shabby chic atrae “porque cuenta una historia. Se basa en objetos que crean atmósferas llenas de sensibilidad y detalles en los que hay esmero”.
Los muebles indispensables
Una alacena o una vitrina repleta de menaje delicado. Pero también y, aunque depende del ambiente o espacio a decorar, “una exquisita lámpara de araña tipo chandelier. O una sensual chaise longue estilo Luis XV”, recomienda la diseñadora de interiores Ana Utrilla. Por su parte, desde Laura Ashley, rescatan “un sillón gustaviano con brazos y patas de madera, acabado con patina gris azulada y tapicería en terciopelo (algo desgastado) en color rosa Chalk Pink o azul Duck Egg”. ¡Son toques shabby! Incorpóralos a cualquier estancia y conseguirás impregnar todo el ambiente de esa exquisitez que caracteriza al estilo. Para Ana Utrilla es posible mezclar estas piezas con otras de diseño contemporáneo y lograr un espacio equilibrado. Así no tendrás que renunciar a nada. Y añade: “Las tendencias que mejor encajan son el clásico, el rústico o el industrial”. Para Cristina Hernández, “el shabby chic de nuestro siglo está rescatado del pasado con elegancia y puede encajar con cualquier estilo que refleje sensibilidad”.
5 claves del estilo shabby
1.Una paleta cromática suave. La base es el blanco. Esto hace que el resultado sea muy luminoso. Se combina con beis y con tonalidades pastel como el celeste, el verde agua, el rosa pálido o el lavanda.
2. Los materiales. En los muebles, sobre todo, maderas y metales. En complementos, también cristal y porcelana, y para los textiles, los más naturales; algodón y lino.
3. Sí a las flores. Es el estampado que más encaja con este estilo. Generalmente en un tamaño moderado.
4. Haz visible el paso el tiempo. El efecto envejecido o descastado está en muebles y complementos. Ceras, betunes, descascarillados…
5. Recupera y mezcla. Trae al presente un objeto del pasado. Dale una mano de pintura o retapízalo y deja que luzca junto a otras piezas más actuales.
Estilo Shabby en toda la casa
En tú habitación
En el dormitorio, donde debes sentirte entre algodones, este estilo es perfecto. Muy similar en líneas al estilo provenzal, el shabby chic aclara los colores y añade el efecto envejecido. Estas características hacen que sea muy fácil y acertado decorar un dormitorio con él. Hay que conseguir “un equilibrio entre romanticismo y elegancia bohemia”, nos recuerda la coach deco Ana Utrilla. Apuesta por una cama con dosel o con estructura de forja, una mesilla alta y un armario exento de línea contorneada. Coloca un espejo de pie y, si el espacio te lo permite, un tocador. En los textiles, mucho blanco y otro tanto de cojines. Abusa de ellos en la cama, tanto en lisos como con flores y rayas. Y no tengas miedo a mezclar estos dos estampados. Siempre en tonalidades empolvadas, encajarán. Ya tienes la atmósfera romántica con la que soñabas para tu espacio más personal.
En la cocina
El ‘shabby style’ también inunda la cocina con su sabor delicado y aroma retro. Sigue la receta. En la cantidad justa, como cuando preparas un bizcocho, los tonos pastel también son para la cocina. Perfectos para combinar con el siempre acertado blanco y la madera en un tono natural. Marídalos con menaje vintage a la vista: un platero en la pared, cuencos apilados en un estante y tazas colgando de delicados ganchos. En un rincón, flores frescas y, en la puerta del horno, un bonito paño de flores siempre listo para usar. Si estás rendida a este estilo puedes adaptar tus muebles, quizá demasiado oscuros, con pintura a la tiza y con molduras, si son lisos. Pinta los frentes, coloca nuevos tiradores (mejor de porcelana) y la transformación será completa. Escoge algunos pequeños electrodomésticos de línea antigua y déjalos a la vista, como la cafetera o la tostadora.
En el baño
El mimo por los detalles y su aire ‘vintage’ hace que esta estancia se impregne de carácter femenino. Si hay una pieza estrella aquí es una bañera exenta de líneas redondeadas y patas contorneadas. Pero no desistas si no tienes espacio. Es posible que seas más de ducha. Entonces, la clave son los pequeños detalles: la grifería, de línea retro; las toallas con encajes y puntillas, un espejo de tocador o una estantería abierta en madera decapada. Y como los pequeños gestos tienen mucha importancia, coloca en un rincón un velador mini con unas velas aromáticas encima, tus cremas agrupadas en una bandeja, un pequeño arreglo floral con ramas de eucalipto y una variedad que aporte color. Conseguirás darle un extra de femineidad a tu cuarto de baño. Ahora solo queda llenar la bañera, sumergirte entre la espuma y encender una de esas velas que reposan en tu velador shabby.