La situación insólita que estamos viviendo en España (y en otras partes del mundo) en estos momentos nos ha obligado a muchos a quedarnos en casa confinados durante una larga temporada. Y, con ello, hemos tenido que cambiar el chip: adaptarnos a un encierro sin precedentes, que podemos llevar mejor si nos gestionamos de la manera adecuada.
El día a día, para un elevado porcentaje de la población, está marcado por el teletrabajo unido a la atención de las necesidades de los hijos, con los que toca coordinar a veces sus ‘teledeberes’ y sus clases online. También organizando al mismo tiempo comidas y labores domésticas; o buscando algún hueco para la evasión y para hacer ejercicio entre las paredes de nuestra casa, algo indispensable para mantener nuestro cuerpo y nuestra mente bajo control.
Para salir indemne, es recomendable poner en práctica metodologías similares a las que utilizan las empresas y otras organizaciones para adaptarse a los cambios de forma ágil en tiempos de incertidumbre, como el Modelo EFQM. Estrategias centradas en una gestión global de todas las actividades que debemos asumir. Aunque, en este caso, sin salir de casa.
Estrategias empresariales para aplicar en casa
Lo primero para que el proceso tenga éxito es, como en casi todo en la vida, la actitud: adaptarnos al cambio con nuestro mejor talante para contagiar así al resto de la familia que nos esté acompañando. Y para ello hay que analizar las oportunidades que puede ofrecernos esta nueva situación: introducirnos en el mundo del teletrabajo y de la flexibilidad horaria y aprovechar sus ventajas para la organización y para el trabajador, algo que, hasta ahora en general, hemos hecho poco.
Lo segundo es hacer uso de la tecnología existente. Hoy en día, hay tecnología al alcance de cualquiera y debemos aprovecharla para ser lo más productivos posible. Es muy fácil estar muy cerca de los equipos, aunque en realidad estemos lejos, gracias a las videoconferencias y la utilización de herramientas online para la organización del trabajo o para compartir documentos gracias a tecnologías como Zoom, Skype, Webex, Hangouts, Slack, etc. tecnologías que también podemos usar para estar cerca de los clientes y demás grupos de interés.
No podemos olvidarnos tampoco de establecer una estrategia transversal que mire a corto y medio plazo: planificar el trabajo a realizar cada día; organizar menús semanales para hacer una compra más eficiente (y menos frecuente, teniendo en cuenta la situación); guardarnos una hora antes de aplaudir a nuestros profesionales sanitarios para hacer deporte en familia…
Lo mejor es que estos días inciertos nos hagan salir reforzados y que, a la vez que estamos gestionando el día a día, estemos preparándonos para el futuro
De hecho, otra actividad interesante que podemos abordar son reuniones familiares, para acordar una tarde de cine en casa o para coordinar las tareas del hogar y llevarlas a cabo entre todos, a la vez y de una manera lúdica: con música, juegos, trabajo en cadena… Cualquier opción es buena para animarse.
Debemos estar informados, pero con cautela. El exceso de noticias e información sobre la crisis puede afectar a nuestro estado de ánimo. Es bueno elegir un momento del día para informarse, a mí me va bien por la noche, cuando me relajo y me siento un rato a descansar, pero cada uno elegirá el mejor momento, lo que sí es importante es no estar viendo noticias todo el día.
Para mí es imprescindible marcar una rutina diaria, con unos horarios aproximados, sobre todo con los niños. Es importante que no crean que están de vacaciones, aunque seamos más flexibles y estemos abiertos a posibles modificaciones e imprevistos o incluso retrasos en el plano laboral para atender a los más pequeños o hablar con esos familiares y amigos a los que no podemos visitar para estar al día de su estado de salud.
Además, de esta experiencia podemos aprender nuevas técnicas de gestión para aplicar en el futuro, en el plano laboral y en el personal, podemos aprovechar para leer, informarnos y formarnos en temas que hasta ahora dejábamos apartados porque no teníamos tiempo, de manera que estos días inciertos nos hagan salir reforzados y que, a la vez que estamos gestionando el día a día, estemos preparándonos para el futuro.
Por Susana Fábregas
Directora de Desarrollo de Servicios