La henna o alheña es un pigmento natural a base de hierbas que se ha utilizado durante años en Oriente Medio. Es uno de los tintes más efectivos que existen, porque nutre y colorea el pelo ayudando a reforzar el cuero cabelludo. Además, reduce la caspa y previene la pérdida de cabello, repara la cutícula y equilibra el pH. También alisa el pelo y lo deja sedoso, regulando la segregación de grasa y haciendo que crezca más rápido.
Antes de aplicar el tinte, es importante realizar una prueba de color, ya que el resultado final puede disgustarnos. Los cabellos teñidos o con muchas canas, por ejemplo, pueden coger un color distinto al deseado. También es importante utilizar guantes de plástico para evitar teñirse las manos, y aplicar el producto desde la nuca hacia la frente, empezando por las raíces.
Para un tono más rojizo, es mejor envolver el cabello con una toalla, y para uno anaranjado, dejarlo secar entre dos y cuatro horas al aire libre. Ten en cuenta que el color de pelo afecta al tono final. Así, el castaño oscuro se convierte en rojizo débil, el castaño claro en caoba y el pelo rubio en pelirrojo anaranjado. Para conseguir mayor intensidad, se puede aplicar la henna dos veces seguidas.
Henna para cuidar y tintar el cabello
Este tinte natural revitaliza y protege el cuero cabelludo aportando brillo, volumen y un color único que nos prepara el pelo para la temporada de sol.
