Una madre coloca a su bebé delante del lavavajillas en funcionamiento mientras se dedica a ordenar el comedor. Cuando regresa, está bien dormido. ¿Cuál ha sido el truco mágico utilizado por esta progenitora para lograr calmar a su pequeño? Aunque nos gustaría creer, la magia no ha tenido nada que ver en este milagro casero. Como siempre, la ciencia tiene la respuesta. Y, concretamente, el mejor aliado de los padres con hijos a los que les cuesta dormirse: el ruido blanco.
De la misma forma que el color blanco es la suma de todos los colores, su homólogo en ruido es una señal sonora que contiene todas las frecuencias del espectro, con la misma potencia, sin que una destaque más que las otras. Esta peculiaridad convierte este ruido 'sin color' en el truco ideal para hacer de barrera a otros sonidos que pueden provocar sobresaltos. Y es que el oído sigue funcionando mientras dormimos y un sonido muy fuerte –como un ladrido de perro o una bocina de coche- puede estimular nuestra corteza cerebral y despertarnos, especialmente si tenemos un sueño muy ligero o nos cuesta conciliarlo.
Pero el ruido blanco no solamente sirve para dormir a las nuevas generaciones. Es su aplicación más conocida, sí, pero para los mayores también tiene sus beneficios.
¿Cuáles son los principales beneficios del ruido blanco?
El ruido blanco camufla el resto de sonidos y ruidos con los que convivimos diariamente. El ruido de los vecinos, los coches que pasan por la calle, los electrodomésticos en marcha... La contaminación acústica es un gran problema, especialmente en las grandes ciudades, y muchos sufren sus estragos con verdaderas dificultades para conciliar el sueño. El ruido blanco, al ser un sonido constante y sin grandes sobresaltos, como el de la lluvia o el viento, ayuda a enmascarar otros elementos del entorno que sí que producen sonidos de forma relativamente inesperada, por lo que ayuda a prevenir sobresaltos y evitar que la atención quede focalizada en un elemento externo concreto. Esto puede contribuir a la disminución de los estados de ansiedad que perjudican la conciliación del sueño.
Además de para el bienestar de nuestro sueño, en algunas personas es una herramienta básica para ayudar a la concentración y al relax. Por este motivo, es recomendable para casos de ansiedad o depresión. Un buen truco que podemos utilizar, tal y como sucede en la actualidad, comprando un aparato específico para producir este tipo de sonidos o encontrarlos de forma casera en nuestro entorno. Estas son algunas de las ideas y trucos para incorporar el ruido blanco a nuestra vida.
Madre naturaleza
En este caso se trata de una recomendación difícil de aplicar de forma casera. Eso sí, el sonido de una lluvia constante o de las olas de mar es una muestra de los ruidos blancos que la madre naturaleza nos puede ofrecer. Para poder utilizarlos, paradójicamente, debemos recurrir a la tecnología. Grabaciones de estos sonidos se pueden encontrar en listas de reproducción de YouTube o Spotify o a través de páginas web como Simplynoise.com o aplicaciones como Sleepy Time o Ruido blanco para dormir que se pueden encontrar en plataformas de descarga para Android o Apple.
En la cocina
Ya hemos mencionado el sonido del lavavajillas en funcionamiento. Los platos sucios no tienen la exclusividad del ruido blanco. La ropa sucia, también. El sonido de la lavadora, solo o a la vez que el del lavaplatos, es uno de los clásicos de este tipo de señal sonora. Algunos padres han encontrado otro aliado en la campana extractora de la cocina, llegando incluso a colocar el canasto con el peque de la casa justo debajo.
Al aire
El sonido constante de las máquinas que tienen el aire y el viento como elemento básico también se convierten en una arma secreta para dormir a los bebés o relajar nuestras mentes adultas. Es el caso, por ejemplo, de los purificadores de aire, los ventiladores o el mecanismo del aire condicionado. Un secador de pelo también nos puede funcionar pero, eso sí, está bien que tengamos en cuenta que los electrodomésticos también se estropean ante un uso extremo. Debemos usarlos con moderación.
Tecnología
Y ya que hablamos de tecnología, si tenemos un ordenador –de sobremesa por ejemplo– o una consola de videojuegos ya veteranos tenemos un buen generador de ruido blanco por el sonido que hace el ventilador. Sea como sea, el clásico de los clásicos en generadores de ruido blanco son los televisores y los transistores de radio sin ninguna emisora de radio sintonizada. Cuando lo único que se ve en pantalla es nieve, es cuando tenemos el ejemplo del ruido blanco perfecto, el original.