¿Podrías afirmar que eres totalmente feliz, a todos los niveles y que no cambiarías ni un ápice de tu vida? Si es así, ¡Bien por ti! Perteneces a una exclusiva minoría. El resto de las mortales, seguramente, seguimos soñando con cambiar de curro, de casa, de pareja o de vida… ¡O mandarlo todo a tomar viento! O bueno, seguro que al menos se nos ha pasado por la cabeza en alguna ocasión.
En ese caso, el Feng Shui ha llegado para ayudarte a armonizar tu vida, para que te sientas mejor en tu casa, pero también contigo misma, y logres cambiar aquellas cosas que no funcionan. A veces la energía a nuestro alrededor hace que nos sea difícil tomar decisiones y actuar sobre lo que nos rodea. Pero recuerda que tú estás íntimamente conectada con toda la energía que te rodea y que también puedes influir en ella. Actuar sobre la energía te permitirá iniciar el proceso de transformación que necesitas para sentirte mejor en tu día a día en todos los aspectos. ¿Y cómo se hace eso?
Para introducir el Feng Shui en tu vida, deberás seguir los principios siguientes:
- Analizar las situaciones y tu entorno
- Hacer una limpieza ‘a full’ de todo
- Purificar la energía de tu vida
- Organizar tu día a día con mucho sentido común, para poder alcanzar los objetivos que te propongas.
Una vez que tengas muy en cuenta estas premisas, podrás aplicar los ingredientes necesarios para conseguir la perfecta armonía con tu entorno, familia, amigos, trabajo, etc. y te muevas en el mundo de una manera más sencilla, más fácil, sin darle tanto al coco.
¿Yin o yang? Descubre tu naturaleza
Tigre y dragón, el lado oscuro y el lado luminoso de la fuerza, la bella y la bestia, el día y la noche, el blanco y el negro… Toda moneda tiene dos caras. Y es indispensable saber que, ¡sí! Tú también estás hecha de luz y oscuridad, de bien y de mal, positivo y negativo. Es muy importante que tengas presente que se trata de dos versiones de ti que se complementan, y que no podrías ser una sin la otra. En la filosofía del Feng Shui, esta dualidad está representada por el yin y el yang, que a su vez se asocian al dragón y al tigre respectivamente.
Si te consideras más bien femenina, suave y tranquila, de las que disfruta de una tarde de Netflix acurrucada en tu batamanta, eso quiere decir que eres toda una dragona. Sin embargo, si tu lado más yang te anima a calzarte las deportivas incluso en días de lluvia, ¡quizás debas domar un poco a la tigresa que llevas dentro! Y es que el objetivo del Feng Shui, como en tantas filosofías orientales, es el de alcanzar el equilibrio perfecto, y encontrar el balance entre tu yin y tu yang.