Vulnerabilidad o arrojo.
Me gusta mucho la vulnerabilidad. Lo fácil es ponerse una coraza, pero atreverse a asumir y a sentir es signo de fuerza.
Si pudieras escaparte…
Me iría a Amsterdam para recorrer la ciudad en bici, cruzar los canales en ese ambiente libre y bohemio...
Tu lugar en el mundo.
Mi madre. Siempre que me pasa algo importante acudo a ella.
¿Qué te ha quedado de la madre de Techo y comida?
Mucha fuerza, ella nunca decae. Es una guerrera y una luchadora, y eso se ha quedado conmigo.
¿La esencia de una madre es..?
Es difícil responder eso. Me ha dado mucho respeto ponerme en la piel de una madre sin haber tenido hijos. Para construir el personaje me he basado en la mía, que cargó conmigo y mis tres hermanas, ella sola. Las madres tienen una fuerza distinta.
Tu rutina de belleza.
Mi piel es muy sensible así que me cuido mucho. Cada mañana me lavo la cara con un producto suave, me pongo agua termal, después crema hidratante, y me maquillo.
¿De dónde sacas tu energía?
¡Del desayuno! Es mi mejor momento del día, tras la ducha y la rutina de belleza, me siento con mi café, mi zumo de naranja y mis tostadas o copos de avena.
¿Cómo combates la inseguridad?
Soy insegura y tímida. Intento ser yo misma, no ocultarlo, decirlo. Yo creo que mi truco es no tapar lo que me está pasando y decirme a mí misma: “Natalia, tira palante”.
Tu mantra.
“Lo que tenga que ser, será”. Es lo que pienso siempre que me siento perdida.
¿Cómo empezó todo para ti?
Desde pequeñita quería ser actriz. Pero era tan tímida que no me atrevía ni a pedir un vaso de agua al camarero. En el instituto me apunté al grupo de teatro y descubrí que se me pasaba toda la vergüenza cuando me ponía en la piel de un personaje.
¿Defiendes tu timidez?
Sí. Me gusta ser tímida, aunque es verdad que te genera inseguridad y eso no es sinónimo de felicidad. Pero me gusta y creo que mucha gente a la que admiro lo es también.
Tu canción.
Le jeune fille aux cheveuxs blancs, de Camille, una artista francesa que hace todo tipo de sonidos con la voz. Es impresionante.
Tu próximo destino.
Me gustaría hacer un papel en el que tuviese que cantar porque me da una vergüenza horrorosa, lo paso fatal. Pero me encantaría atreverme gracias a un personaje.
Lo mejor del invierno.
Llevo fatal el frío. Cuando se va acercando la primavera, mi sangre se altera.
Tu prenda.
Me encantan los zapatos y tengo muchos que no me pongo. Me vuelven loca los tacones, aunque me duelan.
Tu objeto de la suerte.
Unos pendientes que me dejó mi madre para Vivir es fácil con los ojos cerrados. Desde entonces los llevo mucho.
Un truco para los días malos.
Darme un masaje, salgo renovadísima.
Un compañero.
Mi perrito Hugo. Estoy totalmente enamorada de él.
Un placer a solas.
Comer. Me gusta todo. Sobre todo el dulce. Si pudiera no pararía… Me controlo porque si no estaría muy grande, ¡pero hay cosas tan ricas!