Cada segundo envejecemos, nos hacemos mayores. Pero la edad no depende sólo del día de nacimiento, que determina la edad real, sino que también se determina por la edad biológica, que en muchos casos difiere de la primera. La edad biológica es aquella que depende del estilo de vida de cada persona y de sus hábitos cotidianos relacionados con la alimentación, el ejercicio y el cuidado personal.
La edad biológica es una cifra que puede aumentar o disminuir según nuestros hábitos cotidianos y cuanto más cerca se encuentre de la edad real, mejor. Si por el contrario la edad real de la biológica distan mucho, es importante empezar a adoptar nuevos hábitos en nuestra vida para mejorar la salud y llegar a vivir más tiempo.
Hay algunos hábitos que hacen envejecer la edad biológica como son el consumo de tabaco o de alcohol. El sedentarismo y una mala alimentación también influyen en el envejecimiento prematuro del organismo y hacen que esa persona se sienta mayor. Existen distintos métodos para calcular la edad biológica que se basan en preguntas sobre el sexo, la edad, el peso y la altura, la frecuencia e intensidad con la que se realiza alguna actividad física y la frecuencia cardiaca en reposo.
La edad biológica contra la edad real
La edad real corresponde a los años desde el nacimiento, pero la edad biológica es más difícil de calcular y depende de la actividad física, la alimentación y otros hábitos de vida.
