El 8 de marzo de 2018 será, con casi total seguridad, una de las fechas claves para el feminismo en España. El país se está volcando en la reivindicación feminista tanto en la calle como a través de las redes sociales. Oficinas con ordenadores apagados y balcones con delantales como bandera. Una revolución sin cuartel, sin estamentos.
España es un país femenino –el 52% de la población son mujeres-, pero no un país de féminas. Basta con mirar las fotos oficiales de escalera en ayuntamientos o grandes empresas para darse cuenta de que es hora de que las mujeres subamos hasta el escalón más alto de la sociedad.
Según los/as expertos/as, tardaremos 100 años en conseguir paridad para con el sexo masculino. Ojalá este camino solo necesite un siglo para ser completado y que muchas más voces se sumen a las ya existentes para hacer cada día más potente el altavoz y conseguir que se nos escuche a lo largo y ancho del mundo, ahora y siempre.
Hoy, hemos querido preguntar a mujeres en clave Objetivo Bienestar sobre qué significa para ellas el #8M.
«Hay mujeres que cada día sufren la versión más exterminadora del machismo», explica Carmen Fernández, directora de Objetivo Bienestar que no duda en recordarnos cómo hemos sido educados en él tanto hombres como mujeres. Fernández habla también de sororidad, una palabra casi desconocida que ha pasado a formar parte de nuestro vocabulario y cada vez más de nuestro día a día. Precisamente, este #8M es un ejemplo perfecto para definir este término ya que hace referencia a la fraternidad entre mujeres que luchan por un mismo ideal.
Y a la pregunta de ¿por qué es importante este día? la respuesta es inmediata: «Porque ya está bien de boicotearnos a nosotras mismas: no pasa nada por ser feminista y decirlo sin temer la reacción de los demás. Porque aún hay personas que creen que el feminismo es como el machismo pero al revés (sí, las hay). Porque, atención: los niños también son sensibles y las niñas también son fuertes. Porque muchas mujeres se han dejado la vida por alzar la voz cuando el feminismo es una causa colectiva. Porque hay países en los que es legal que el marido pegue a su mujer. Porque tenemos que desaprender muchas verdades absolutas que nos limitan...». Y es que a día de hoy todavía hay un sinfín de razones por las que cada día debería ser 8 de marzo.
Precisamente por realidades como estas, la experta y profesora de Yoga, Xuan-Lan, insiste en la necesidad de que el Día de la Mujer exista para «cambiar mentalidades y culturas en las que la mujer está por debajo del hombre».
Sin embargo nos confiesa que aspira a que algún marcar el 8 de marzo en el calendario no sea necesario, eso significará, dice, «que hemos llegado a un nivel más elevado de consciencia que reconoce que cada ser humano vale por sí mismo no por su sexo». Mientras tanto, es importante «apoyar a todas las mujeres del mundo que luchan por sus derechos sociales, igualdad profesional y derecho de usar su cuerpo».
La instagramer Claudia Osborne va un paso más allá y habla de celebración, «celebramos todo el esfuerzo, sacrificio y todos los logros que nos hacen estar mas cerca de la igualdad. Porque esto sigue siendo una lucha, y necesitamos el reconocimiento de lo conseguido para seguir trabajando por la causa». Así lo reflejaba en su cuenta de Instagram:
Para Alejandra Rodríguez, más conocida como Spiritual Woman, «hoy es un día para la acción». Aunque no se queda ahí, pues ve necesaria una apuesta por la reivindicación para con nosotras mismas: «debemos ser más conscientes de que está en nuestra mano el poder de cambiar las cosas y la responsabilidad de hacerlo. Lo hace falta es cambiar en el seno de los hogares, que la educación cambie, que cambie nuestra actitud, nuestra conversación en pareja y que, en definitiva, hagamos valer esos derechos desde lo más íntimo de nosotras».
La educación es un punto clave para la coach. «De nada sirve la igualdad en el papel, si no empezamos a ejercerla desde el nivel más básico», reflexiona.
Al ser preguntadas sobre sus referentes femeninos, todas ellas coinciden en elevar la figura de la mujer anónima, aquellas que les rodean en su vida diaria, y sobre todo, la de sus madres.
Claudia Osborne se anima, además, a nombrar algunas de las mujeres que le inspiran por ponernos voz en la actualidad: Oprah Winfrey o Meryl Streep, sin olvidar a aquellas que lucharon por nosotras mucho antes como Clara Campoamor.
Sally Hawkins, Saoirse Ronan, Margot Robbie y Meryl Streep en un momento de la pasada gala de los Oscars.
#Morderlamanzana
Si no te suena la actriz, directora y feminista Leticia Dolera te invitamos a conocerla no solo por su excepcional discurso en los últimos Premios Feroz, sino por su libro Morder la Manzana (Editorial Planeta). Antes de empezar a leerlo –forma parte de nuestra lista de libros feministas para cualquier 8 de marzo–, te proponemos lanzarte una pregunta a ti misma: ¿Es necesario el feminismo? Tanto si la respuesta es sí, como si es negativa, te invitamos a seguir con la lectura.
En sus tan ligeras como interesantísimas 286 páginas, Dolera nos educa en lenguaje definiendo y explicando términos como androcentrismo. No solo esto, también se para a detallar el perfil tipo de la mujer (y el hombre) según las expectativas creadas por la sociedad para después desmontarlas. Nos cuenta que estamos educadas en el miedo. Miedo a envejecer, miedo a no cumplir con el canon de belleza, miedo a no encontrar pareja, miedo a ser madre, miedo al agresor sexual... ¿te suena?
Además, pone el foco en otras feministas no tan conocidas como Concepción Arenal, Emilia Pardo Bazán o Teresa Claramunt, quienes te interesará conocer.
Si antes hablábamos de la importancia de la educación, Leticia Dolera todavía pone más énfasis en ello dando datos como que solo el 7,5% de los personajes que aparecen en los libros de texto de la ESO son mujeres, solo el 5% si hablamos en materia de Historia.
Por otra parte, plantea algunos nombres masculinos habitualmente utilizados como citas de autoridad que lanzaron frases escandalosamente machistas, borradas de entre sus frases célebres.
Te volvemos a replantear la pregunta: ¿es necesario el feminismo? Por supuesto que sí.
¡Felicidades, lectoras!