Lo que empujó al estadounidense Ron Hornbaker a poner en funcionamiento la página web Bookcrossing en 2001 fue su deseo de hacer del mundo una gran librería. Este sitio de Internet promueve que los libros 'viajen' de lector a lector en lugar de dejar que se llenen de polvo en las estanterías de casa. En nuestro país, este fenómeno ya funciona y tiene su propia web (www.bookcrossing-spain.com).
El funcionamiento es simple: un lector abandona un libro en un lugar público para que cualquier desconocido que pase por allí se lo pueda llevar y, cuando termine de leerlo, haga exactamente lo mismo y vuelva a 'liberarlo' para que otras personas puedan disfrutarlo. Antes de 'abandonar' un libro hay que registrarlo en la página web, que nos dará un número de identificación que se escribe en la cubierta o la primera página, junto a una nota que deje constancia de este método de lectura.
Esta original iniciativa ha cautivado ya a miles de lectores en todo el mundo, ya que no sólo es una manera creativa de compartir cultura y lectura, sino que también permite darse cuenta del contacto de los diferentes países y los viajes inimaginables que puede llegar a dar un sólo libro 'abandonado'.
Libros que viajan por todo el mundo
La iniciativa Bookcrossing propone 'liberar' algunos libros de espacios públicos para que otras personas pueden disfrutar de su lectura y compartirlos con otros. Entre sus páginas, las fronteras ya no existen.
