Las vacaciones a destinos fuera de nuestra localidad son, a día de hoy, simples fabulaciones. Nos imaginamos en París, Nueva York e incluso Brasil. Soñar, seguimos soñando, pero la realidad es otra: no podemos coger un vuelo, ni recorrer el mundo. Las limitaciones para evitar la propagación del virus ya nos la sabemos, pero ¿y si hubiera alternativas? Por ejemplo, durante el verano muchas personas se animaron con modalidades como el workation que, aunque no son unas vacaciones al uso, es el término que se utiliza para teletrabajar desde espacios que no son el domicilio habitual. De hecho, ya existe hasta un nombre para aquellos que lo practican: son los nómadas digitales y, aunque todavía no sabemos si llegarán para quedarse, lo cierto es que ya no pueden viajar a lugares sin Internet.
Aunque lo digital suena a generaciones como la millenial y posteriores, no nos engañemos, hoy en día todos necesitamos acceso a Internet para trabajar o disfrutar simplemente de servicios en streaming. La pandemia solo ha hecho que acentuar una dependencia que, en realidad, ya convivía con nosotros. Por eso, a los nómadas digitales ya experimentados, se suman ahora perfiles muy distintos de viajeros; familias, parejas seniors, amigas o solteros que también buscan cumplir con el sueño de vivir y trabajar desde cualquier lugar.
“El concepto de nómada digital se ha afianzado durante la pandemia, aunque también ha evolucionado. La característica más evidente es que el viaje forma parte de la esencia durante todo el año, pero ahora las estancias son más largas, el lugar se decide con variables diferentes, la integración con el destino es mayor y quien aspira a poder vivir como un nómada no solo es un joven millenial” ha afirmado María Gálvez, experta en marketing online y comunicación, durante el evento online que organizó la plataforma Airbnb para dar a conocer las tendencias de viaje este 2021.
Los nómadas digitales trabajan de manera remota desde espacios que no son el domicilio habitual. Buscan un nuevo entorno, próximo a la naturaleza, en el que vivir y trabajar.
Quizá te sorprendería saber que estos nómadas digitales también son familias enteras que buscan un nuevo espacio, en general con más iluminación y naturaleza, para disfrutar del tiempo libre tras una jornada de trabajo a remoto. Este es tan solo uno de los cuatro perfiles de nómadas digitales que más presencia tiene actualmente.
Por ejemplo, están los que no pueden vivir sin del mar y que buscan zonas próximas a la costa, los amantes de la naturaleza y el aire libre y, por último, las almas urbanas: personas que ni en vacaciones abandonan la ciudad, les encanta el bullicio, socializar y la actividad constante.
En 2021: viajes próximos, familiares y seguros
Ahora bien, aunque ahora no sea algo que podamos hacer, las tendencias de viaje para este 2021 apuntan hacia modalidades muy en línea con el workation. Una manera de trabajar aprovechando los recursos que puede aportarnos incluso ese pueblo próximo que nunca nos había llamado la atención, pero que ahora, vistas las necesidades, podría convertirse en el lugar perfecto para pasar un largo tiempo.
De hecho, la frecuencia de días que pasamos en los alojamientos también ha cambiado respecto a años anteriores. Tal y como viene ocurriendo, se espera que para los próximos viajes las estancias sean más largas y los destinos más cercanos. De momento, nada de coger un avión y viajar a la otra punta del globo. Ahora prima lo familiar, lo próximo, espacios en los que sentirnos como en casa pero saliendo de la rutina habitual de las ciudades y otros grandes núcleos urbanos.
Para este 2021, se espera que las estancias sean más largas y los destinos más cercanos y familiares.
Si pensamos en los destinos con mayor demanda de estancias largas (más de cuatro semanas) en 2020; Barcelona, Madrid, Valencia o Las Palmas de Gran Canaria se llevan el pico de residentes, según Mónica Casañas, directora de Airbnb España. Lugares en los que cualquier nómada digital podría instalarse siempre que se cubran sus necesidades. Pero, ¿qué buscan realmente?
La higiene y seguridad (que en tiempos de Covid-19 implica limpieza y desinfección) es una de sus principales demandas junto con la buena conexión a Internet para poder trabajar. Las casas deben contar con espacios diferenciados; un sitio que sirva de oficina, zonas más de descanso u otras para estar en familia.
Los nómadas digitales lo tienen claro: buscan pisos, terrazas, áticos, ¡lugares en los que también pueda haber animales! Las estancias pet-friendly son ya de lo más demandado entre los viajeros que deciden hacer las maletas y cambiar de rumbo durante una temporada. Pero lo que tenemos que saber es que ninguno de ellos concibe esta experiencia como una aventura. Se trata más bien de un nuevo entorno con unos horarios compatibles con el lugar de su empresa o su negocio. Los nómadas digitales no esconden su localización.
Tal y como vemos, todo hace indicar que tras la Covid-19 los viajes serán más seguros y sostenibles. Viajar cerca de nuestras residencias es ya un paso para disminuir la huella ecológica. Además, el hecho de que las estancias sean más largas ayuda a que el consumo invertido en ese espacio sea más sostenible. No vamos y venimos, la tendencia es quedarse un tiempo en un lugar. Al menos aquellas personas que pueden permitirse disfrutar del soñado workation. Para las que no, siempre existen alternativas: el Staycation nos enseña a disfrutar de las vacaciones desde casa. Una modalidad no tan atractiva, pero que, nos guste o no, todavía nos acompañará durante un tiempo.
Te dejamos ahora con algunas claves sobre qué tipo de alojamientos y estancias buscan los nómadas digitales en tiempos de Covid-19, según el interiorista e influencer Guille García-Hoz. La iuminación y la zona Wi-Fi, ya sabes, vuelven a ser prioridad.