En plena vorágine política en nuestro país, con partidos que atentan contra la libertad reproductiva de las mujeres y pretenden volver atrás las leyes más de 30 años, llega a nuestras pantallas, y a nuestro corazón, un film de alto contenido crítico con el que es imposible no empatizar.
De un país vecino, que ha sido hermano en múltiples ocasiones, del que hemos bebido cultura y tradición, y a la inversa, nos llega Meryem Benm’Barek para hablar de una realidad que en nuestras fronteras es como cualquier otra pero que, en Marruecos, es una auténtica pesadilla: ser madre soltera.
En Sofía, la directora y guionista nos acerca una realidad candente y te hace plantearte lo mismo que se planteó ella misma a la hora de llevar a cabo este film: el lugar en el que quedan los derechos de las mujeres en la sociedad marroquí.
En España la mujer puede ser madre en solitario si así lo ha decidido (o lo decide la vida por ella) pero no resulta un escarnio público ni un bochorno para la familia, hemos conseguido (al fin) superar la lacra de hace 40 años. Sin embargo, en Marruecos no solo expones el honor propio y familiar si das a luz estando soltera, sino que te arriesgas a penas de prisión de hasta un año; lo que lleva a otra brutal consecuencia: el abandono diario de hasta 24 niños que derivan de unos partos, y unas relaciones sexuales, consideradas como ilegales.
Esta película trata de una joven de 20 años, soltera, marroquí, que tras la negación completa de su embarazo (algo que pasa más de lo que pensamos, ya sucede generalmente como estrategia de defensa o adaptación) da a luz a un bebé y tiene que hacer frente a las leyes contra el sexo fuera del matrimonio de su país.
La situación es controvertida, hasta el punto de que ningún hospital quiere acogerla por miedo a que las autoridades acaben involucrándoles. Estarían ayudando a una muchacha que se ha saltado la ley, y eso se paga.
“Se trata de un panorama de lo más complejo. Cada día el país tiene una media de 150 partos considerados ilegales y, consecuencia de ello, otra cifra más alarmante todavía: se abandonan 24 bebés. Uno cada hora”, denuncia Meryem en declaraciones a La Vanguardia.
Por desgracia, la historia de Sofia no se trata de una ficción y desde aquí os animamos a una sesión de cine que remueve cuerpo, valores y alma.