Los datos son cada vez más desoladores y agoreros. Recientemente, fue un plantel de 22 reputados científicos, entre los que constaban algunos miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien señaló que el brutal crecimiento de la población, la destrucción de los ecosistemas naturales en todo el mundo y el cambio climático, están provocando la destrucción del planeta.
El nuevo escenario que describen los científicos no puede ser más desalentador: carencia de alimentos y agua potable, sequías, extinción de especies y migraciones masivas de gente en busca de su propia supervivencia.
Plantar cara a este escenario e incluso tratar de revertirlo pasa por asumir que todos podemos aportar nuestro granito de arena. Se trata sólo de pequeños retoques en nuestra rutina diaria, que sean respetuosos con el medio ambiente.
Transporte
- Pedalear. La lista de grandes ciudades que busca la forma de dar cabida a las bicicletas es cada vez mayor. Reemplazar el coche por la bici puede reducir hasta un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Andar. No es siempre una opción viable ?si trabaja en otra ciudad, por ejemplo?, pero sí podría ser más frecuente. Andar tiene un plus y es que es el ejercicio más beneficioso para nuestra salud.
- Transporte público. No siempre es la forma más cómo de viajar, porque estamos sujetos a su (no) puntualidad, en hora punta puede que tengamos que ir de pie, hacinados, pero renunciando a un poco de comodidad hacemos una gran contribución al medio ambiente. Y cuando hay asiento libre, el transporte público es una excelente opción, un lugar donde dar una cabezadita o leer.
- Compartir. Sólo hay algo mejor que cantar en el coche a voz en grito y es poder hacerlo a dúo. O simplemente charlar con alguien para que el camino, casi siempre rutinario, se haga más ameno. Compartir el viaje es una forma fácil de reducir las emisiones.
Alimentación
- Planificar. Según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se desperdician anualmente 1.300 toneladas de alimentos. Planificar semanalmente las comidas puede ayudarnos a no desechar tantos alimentos.
- Reciclar. Las instituciones se han encargado de que no tener contenedores cerca no sea una excusa para no reciclar. Separe los desechos.
- Donar. A nadie se le escapa que en plena crisis, hay un sinfín de familias pasando apuros económicos. Busca un banco de alimentos local y pregunta qué tipo de donaciones de alimentos aceptan.
- Crear. Quizá comer las sobras del día anterior no es lo más apetecible, pero si tiras de ingenio y creatividad ?de internet, en su defecto- seguro que puedes encontrar formas de darle un toque al plato y que la comida no acabe en la basura.
Envases
- Reutilizar. Los supermercados tratan de fomentar este hábito cobrando céntimos por la bolsa, por ejemplo. Algunas fuentes estiman que las bolsas de plástico tienen un impcto tres veces superior al de las reutilizables.
- Vigilar. Tanto en productos de limpieza como en cosmética, evita siempre que sea posible el uso de productos químicos. No sólo son perjudiciales para el medio ambiente, también para el ser humano
- Cambiar. Nadie dice que debamos vivir alejados de la tecnología, pero cuando nos planteemos adquirir algún electrodoméstico o aparato tecnológico nuevo, quizá estaría bien echar un ojo a las etiquetas, asegurarse de que tengan una alta eficiencia energética.
Pequeños gestos con el planeta
En vez de asumir que estamos destruyendo el planeta, plantéate qué acciones de tu día a día podrían ayudar a revertir la situación.
