Hoy en día prácticamente ninguna mujer dice estar al cien por cien a gusto con su aspecto. Y casi todas recurrimos a todo tipo de artificios para sentirnos más bellas: maquillaje, depilación, tintes, alisados o rizados del cabello, cuidados anti-edad? Nada parece ser suficiente. Siempre parece que nos quede algo por hacer para estar más guapas. Una idea que nos lleva a consumir todo tipo de productos y en la que la industria tiene mucho que ver. Estos son algunos ejemplos:
1. Hasta hace apenas dos o tres años las cejas muy gruesas no eran especialmente deseables. Tras la llegada de Cara Delevingne , convertida en un auténtico icono, la industria ha corrido a hacer de las cejas su nuevo foco de atención bombardeándonos con todo tipo de productos para tener unas cejas 'perfectas'. Un nuevo motivo para sentirse acomplejadas para todas aquellas que tengan cejas finas o poco pobladas.
2. Pero antes de las cejas hubo muchos otros ejemplos de cómo la industria nos ha querido convencer de que teníamos que hacer todo tipo de cosas para ser más guapas. En este artículo del Huffington Post encontramos varios ejemplos a lo largo de la historia, desde como se nos convenció de que el vello corporal era algo deleznable en una mujer a cómo los cabellos blancos se convirtieron en algo que era imprescindible esconder.
3. Las imágenes retocadas por photoshop que aparecen en la publicidad, y en los editoriales de muchas revistas, nos muestran un ideal ficticio, imposible de alcanzar. Sin embargo, al no saber si una imagen está o no retocada la tomamos como real lo cuál nos lleva a buscar una perfección imposible y a comprar todo tipo de productos para alcanzarla.
4. Parar el tiempo. Otro imposible que la industria nos impone a través de la publicidad mientras nos ofrece mil y una cremas y tratamientos 'anti-edad', como si cumplir años se pudiera evitar. Algo que puede crear complejos hasta a las mujeres más bellas, como las actrices de Hollywood que no dudan recurrir al bisturí para intentar borrar los signos del paso del tiempo, a veces con resultados desastrosos.
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¿Por qué las marcas nos obligan a ser más guapas?
Más delgadas, más altas, con el pecho y el trasero más grandes, la cintura más pequeña? El ideal de belleza que nos presenta la industria nos lleva a estar permanentemente insatisfechas y a la búsqueda de nuevos productos.
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