Para empezar, debes tener presentes algunas cuestiones logísticas. Como señala Elizabeth Millard en Tu huerto en de interior (Libros Cúpula), es fundamental decidir de antemano si quieres hierbas aromáticas para sazonar tus platos o bien potenciar los nutrientes en tus recetas. Para ello, "plantéate las microverduras, los brotes de guisantes u otras plantas nutricionalmente densas". También debes pensar en el tiempo que te ausentas de casa y si te vas a centrar en el interior o también vas a ampliar tu proyecto al balcón.
En lo referente a la logística, debemos buscar en el piso un espacio con luz y con buena ventilación. También es fundamental controlar la humedad y por ello no te arriesgues con el sistema de drenaje, y menos todavía si se trata de microverduras, que requieren grandes cantidades de agua.
Recipiente
Plástico: es la opción más práctica para las hortalizas, aunque no la más sostenible.
Poliestireno: ofrece un buen aislamiento y es fácil de perforar para un drenaje.
Piedra: Aislan muy bien el calor y son duraderos, pero poco prácticos para el interior.
Arcilla: tienden a resquebrajarse con facilidad, descarta la opción.
Madera: Si bien son bonitos como los de arcilla, se tratan con productos muy agresivos que pueden dañar la tierra.
Una buena mezcla de tierra para cultivar
Paso 1: mide unos ocho vasos de tierra para macetas de interior o mezcla abonada y un par de vasos de vermiculita.
Paso 2: mezcla los ingredientes secos con tus manos hasta que se integren.
Paso 3: añade agua. En función de cuán seca esté la tierra, tal vez necesites dos o tres vasos. Mezcla hasta que haya absorbido bien.
Paso 4: Comprueba que se haya aglomerado bien, pero también se debe desmoronar al soltarla.
Elige tus semillas
La experta Elizabeth Millard nos recomienda tener en cuenta estos factores:
Luz: La remolacha suele necesitar muchísima, pero las acelgas menos.
Profundidad de sembrado: Si te pasas, reduces las posibilidades de germinación.
Espacio entre plantas: es importante para que se desarrollen correctamente.
Días hasta la madurez: imprescindible para poder recolectar.
Necesidades de tierra y fertilizante: son muy variados, cada fabricante indica para qué tipo de cultivo es cada tierra. Consúltalo con el experto cuando compres las semillas.
Cuidado de la planta: Consulta también sobre las plagas más frecuentes, sobre todo si vas a cultivar en un espacio cerrado.
Para cultivar en maceta: las empresas se han hecho eco de esta tendencia y algunas como High Mowing Organic Seeds tiene un apartado específico para esta tipo de cultivo.
Puedes aprender más sobre los beneficios de tener tu propio huerto en casa en este link y consultar más bibilografía aquí.
¿Qué necesitas para montar tu huerto en casa?
Sobre todo, evita pasarte de la ralla y convertir tu piso en la Casa de la Pradera. Escoge un buen espacio y las semillas más fáciles. Como si se tratase de un videojuego, la clave está en superar los niveles.
