Sara Carbonero es una mujer polifacética: periodista, presentadora, modelo, influencer, madre de dos peques y practicante del slow life, una manera de sentir y vivir la vida de manera saludable, activa y con bienestar pero, sobre todo, con un espíritu muy mindfulness: centrado en el momento del día que se vive y haciéndolo con atención plena.
Sara es runner, practica yoga, cree en la crianza con apego; es una lectora empedernida, y se toma muy en serio la filosofía danesa del slow life, que usa como hashtag en la mayoría de sus fotos personales y familiares.
Cuando recorremos su Instagram descubrimos que uno de los hábitos saludables que más pone en práctica la celebrity es un buen desayuno, lleno de fruta y fibra, así como zumos y smoothies.
Además, es habitual ver en esta red social cómo disfruta del brunch. Una actividad que repite con asiduidad pero que, en lugar de optar por opciones poco sanas, ella siempre toma decisiones saludables cuando toma este almuerzo entre el desayuno y la comida.
Las flores es otro habitual en sus fotos de Instagram y, en ocasiones como la que mostramos, lo une con otra de sus facetas que más valoramos: la solidaria.
Deportista, también es una lectora compulsiva y transmite esa pasión a sus dos hijos con lecturas interesantes y constructivas pero, también, novedosas como vemos en una de las publicaciones que mostramos, en la que nos deja claro que cree en el feminismo, y quiere que sus hijos aprendan a vivir en igualdad. Estas historias pertenecen a Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes, un absoluto best seller de las Navidades pasadas y que cuenta con segunda parte, editados ambos por Planeta de Libros.
También disfruta de lecturas ‘de mayores’, más introspectivas e intensas como el ya clásico La insoportable levedad del ser, del checo Milan Kundera, una novela ambientada en Praga durante el año 1968 y que trata de un hombre y sus dudas existenciales en torno a la vida en pareja, convertidas en conflictos sexuales y afectivos. La novela relata escenas de la vida cotidiana pero con un profundo sentido trascendental por el que todo lo vivido ha de repetirse eternamente, solo que al volver lo hace de un modo diferente, ya no fugaz como ocurrió en el principio.
También es una gran amante de los momentos de tradición como son para ella los momentos de vida familiar como el que retrata en esta imagen con unas torrijas de su madre o como las miles de imágenes que nos ha mostrado en el jardín de su casa disfrutando de la piscina, las flores o el huerto en casa que disfruta con sus peques.
Podemos resumir que deporte, alimentación saludable y consciente y el cuidado de su vida familiar son sus hábitos más saludables, aquellos que forman su personal #slowlife, una manera de entender la vida positiva, calmada pero extensa, apostamos a que, de alguna manera, Sara también medita pero de eso no tenemos ninguna foto (aún).