El artista plástico es aquél que, a través de su arte, transmite pensamientos y emociones a todo observador con el fin de despertarle sentimientos. Y aunque observar y entender una obra de arte es sin duda algo subjetivo, hay artistas que consiguen la atracción inmediata de la mayoría, simplemente porque son capaces de hacernos identificar con sus historias, narradas a través del talento y la creatividad que emanan.
Y Sara Herranz es una de esas artistas. Nos detenemos en la vida de esta joven ilustradora que cuenta con enorme sensibilidad historias en las que todas nos hemos sentido identificadas. Autora de 'Todo lo que te dije lo guardo aquí' o 'La persona incorrecta' (Lunweg, 2015-2018), las idas y venidas en el amor y desamor que esta artista tinerfeña nos cuenta en sus dibujos nos acerca a una realidad que resulta ser un cóctel de emociones vitales y cotidianas bien conocidas por la mayoría de nosotras.
Licenciada en Comunicación Audiovisual en Santiago de Compostela, Sara Herranz continuó su formación en Madrid especializándose en el campo de la realización en televisión. Sin embargo, su trayectoria profesional no terminaba de definirse al no encontrar trabajo, lo que le llevó a sufrir una crisis de identidad que, sumada a una ruptura sentimental, la acercó sin pretenderlo cada vez más a sus pasiones: la pintura y el dibujo. Apenas sin darse cuenta, sus dibujos tan honestos, reales, y repletos de humor ácido e irónico nos han trasladado a un magnífico mundo, y de sobra conocido.

El concepto del amor moderno
Para Sara, ha cambiado la forma que tenemos hoy en día de relacionarnos, y, por ende, quizás, la forma de entender el amor o la forma de relacionarnos con él. Las prisas, el trabajo, y la cierta ansiedad que puede llegar a producir un mundo tan interconectado, aunque no nos demos cuenta, sobre todo si no “desconectamos”, hace parecer que pararse un segundo sea una pérdida de tiempo.
La artista reconoce que antes vivía el amor como algo sublime y aceptaba todas esas relaciones tóxicas. “¿Cómo pude yo con 20 años estar con esta persona? Afortunadamente, creo que ha habido un despertar en la mujer y ahora somos más críticas con el tipo de relaciones que mantenemos, pero creo que todavía falta mucho. Yo intento aprender cada día a liberarme de esa educación y de esos cuentos de princesas con los que hemos crecido”, explica. Ahora nos paramos a reflexionar en el tiempo que tenemos, y a la vez que nos falta, para el amor, para besarnos. Esos besos que suponen el comienzo de esas aventuras amorosas, en ocasiones complicadas, algunas, ciertamente, tóxicas o enrevesadas, pero, en cualquier caso, todas y cada una de ellas únicas y “besadas”. Pues, al fin y al cabo, vivimos y experimentamos, sentimos y, a veces, nos divertimos. Y de todo eso habla, precisamente, esta artista que, con una vuelta de tuerca, nos acerca a este mundo ansioso por hacer, sentir y amar.
“De esta lenta gestación van a nacer frutos inesperados. Esta aventura de la cual he participado apasionadamente no ha terminado: la duda, el fracaso, el tedio de los estancamientos, luego una luz de entrevista, una esperanza, una hipótesis confirmada; después de semanas y meses de paciencia ansiosa, la embriaguez del éxito”.Simone de Beauvoir
Y así es. Ahora hay amores inmediatos, ansiosos, tinderianos..., continúan al acecho los peligrosos, los aventurados y arriesgados, y los definitivamente muy malos. Pero todavía muchos que salen bien. Están los equilibrados, los honestos y hasta los hay aún muy edulcorados, casi románticos. ¿Todo por amor? Recientemente, Sara Herranz ha ilustrado 'La Mujer Rota' de Simone de Beauvoir, un reto para la artista quien nos ha contado algo más acerca de este proyecto.
En ese momento quise que mis ilustraciones fueran más evocadoras de lo habitual, dar un paso y contar algo más allá del trazo

Sin duda, un clásico de la literatura que refleja muy bien los dilemas aún de la mujer. El libro habla sobre tres historias. Al preguntarle sobre cuál es su opinión acerca de la obra, y qué es lo que más le inspiraba a la hora de recrear en sus dibujos a las mujeres que, en cierta forma, somos muchas y continuamos prácticamente con las mismas luchas, nos contesta: “Ilustré el relato de “La mujer rota” por elección personal. Sentí que esa historia era también la mía porque a pesar de tener, aparentemente, tan poco en común con la protagonista, me vi reflejada en muchas situaciones que vive. Como ella, yo también he sufrido ese tipo de ruptura que conlleva la pérdida de la identidad propia al estar construida a través de los demás: pareja, hijos, familia, amigos. Aunque haya pasado el tiempo, esto sigue siendo algo muy vinculado a las mujeres y la forma en la que se nos educa para relacionarnos”.
“Lo había querido en sus debilidades: menos caprichoso, menos indolente, habría tenido menos necesidad de mí. No habría sido tan deliciosamente tierno si no hubiera tenido nada que hacerse perdonar. Nuestras reconciliaciones, sus lágrimas, nuestros besos”. Simone de Beauvoir

Este año, la artista ha estado inmersa en su nuevo proyecto que verá la luz el próximo mes de noviembre de la mano de la editorial Lunwerg; un ensayo que versa sobre los mitos y verdades en torno a la figura tan representada en el arte y en la literatura de la mujer fatal. “Este año he estado trabajando junto a Elena Gallén en un ensayo ilustrado que reflexiona sobre el estereotipo de la mujer fatal. Elena escribe y yo pongo las imágenes para reivindicar esta figura que tanto nos ha fascinado y a la vez ha sido tan vapuleada por la historia y el cine”, concluye.