En un país donde abundan los prados verdes y vacas con suficiente vegetación para pastar libremente, no es extraño que uno de los alimentos básicos de su dieta y de su cultura culinaria sea el queso. Suiza cuenta con una gran variedad que hará las delicias de los paladares más exigentes. Suaves, cremosos, aromáticos, fuertes? Todo viajero encontrará su queso en estas tierras.
El país alpino cuenta con unos 450 quesos diferentes. Y entre ellos, son varias las denominaciones de origen conocidas en todos los rincones del mundo: es el caso del famoso Emmental, el fuerte y refinado Appenzeller, o el suave Gruyère.
Con tanta variedad, es habitual encontrar diferentes platos elaborados con queso en las cartas de los restaurantes suizos o en los escaparates de sus pastelerías. Es el caso de los pasteles de queso, los buñuelos típicos conocidos como Malakoff o la deliciosa raclette o la famosa fondue.
El viajero que visite este país no puede dejar de asistir a los mercados semanales en los que campesinos o comerciantes exponen sus productos, muchos de ellos directamente traídos de las queserías o de granjas alpinas.
Suiza y el placer de sus quesos
Suiza se caracteriza por su amplia producción y oferta de quesos de todas las variedades. Su cultura culinaria también se basa en este producto que nos ha dejado delicias como la fondue o la raclette.
